SALMOS-Capítulos 81-87

“Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que TEMA TU NOMBRE.12 Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, Y GLORIFICARÉ TU NOMBRE para siempre.13 Porque tu misericordia es grande para conmigo, Y has librado mi alma de las profundidades del Seol” Salmos 86: 11-13

SALMO 81
SALMO 82
SALMO 83
SALMO 84
SALMO 85
SALMO 86
SALMO 87

DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

07/09/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 9 de julio

Salmos Capítulos 81 al 87

Los puntos principales son: La Bondad de Dios y la desobediencia de Israel, Bendición de vivir en la presencia de Dios, el deseo de David de caminar en la Verdad, y la bondad y el poder de Dios,

Meditamos hoy en Salmos 84:1-2 y 10-12 “¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos! 2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad. 11 Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.12 Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía.”

David siempre estaba consciente de la Presencia del Dios Vivo; ni la persecución del rey Saul, ni la rebelión de sus hijos, ni la deslealtad del Pueblo, pudieron separarlo de la Presencia de Dios. Sin embargo, qué diferente con personas que me encuentro, y dicen: ¡no quiero saber de Dios!, por el mal testimonio de los creyentes; sin embargo es solo una excusa para seguir sus propios pensamientos. “Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. 12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos” (Salmos 81: 11-12).

David con toda seguridad, podía decir “No quitará el bien a los que andan en integridad”. Dios conocía a David y su corazón arrepentido, el Eterno lo amaba, como nos ama a nosotros, te ama a ti, y me ama a mi. No miremos pues, a las personas, miremos arriba al Dios, misericordioso, porque las personas son imperfectas; el único perfecto es nuestro Dios y toda la humanidad debe conocerlo. “Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra” (Salmos 83:18).

Como hijos redimidos, debemos disfrutar de la Presencia de nuestro Padre Altísimo, porque un día en la Presencia de Dios es mejor que mil días en cualquier otro lugar, y que privilegio tenemos nosotros, que el Señor habita con nuestro espíritu y somos su templo. “Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, Para que habite la gloria en nuestra tierra.10 La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron.11 La verdad brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde los cielos.12 Jehová dará también el bien,Y nuestra tierra dará su fruto.13 La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos pondrá por camino” (Salmos 85: 9-13).

Pero a los que insisten en pecar, y se alejan voluntariamente de Dios desobedeciendo Su Palabra, para vivir en la vanidad mundana. Nos dice: Salmos 82:2-4 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah

3 Defended al débil y al huérfano; Haced justicia al afligido y al menesteroso. 4 Librad al afligido y al necesitado; Libradlo de mano de los impíos.”

Estamos en el mundo, pero no somos del mundo; como creyentes nos toca proclamar y defender Su Palabra y ponerla por obra para beneficio de los necesitados. El esperar pacientemente en el Señor Omnisciente, no sólo prueba nuestra Fe, sino la fortalece.

La mayoría de nuestros errores, son el resultado de nuestra impaciencia y de la falta de reconocer su Presencia y su guía en nosotros a través del Espíritu Santo. Le decimos al Señor, lo que creemos que es mejor para nosotros, en lugar de contentarnos con dejarlo a él, que lo sabe todo, que nos dirija un día a la vez. Así que nunca dudemos de su dirección diaria para el futuro. “Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre.12 Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, Y glorificaré tu nombre para siempre. 13 Porque tu misericordia es grande para conmigo, Y has librado mi alma de las profundidades del Seol” (Salmos 86: 11-13)

Que privilegio mas grande la del hijo de Dios; Alabemosle en agradecimiento por su Misericordia, Él está con nosotros en todo momento y hasta la eternidad.

Recuerda: “Confiar en nuestro Salvador Jesucristo y Su Palabra, es tener un futuro glorioso!

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