4He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá. Habacuc 2:4
Romanos 1:17 “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRÁ.”
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 26 de Septiembre
Lecturas de Nahum 1-3 y Habacuc 1-3
Nahum se escribió 663-612 a.C; su nombre Nahum significa “consolación o consuelo” y profetizó la destrucción de Nínive, la poderosa capital de Asiria. Pero al contrario del pueblo de Nínive de los días de Jonás más de 100 años antes, ahora no había señal de arrepentimiento.
Después de 50 años de la profecía de Nahum, el poderoso imperio mundial de Asiria, la nación que había destruido el Reino del Norte Israel, fue conquistada por los babilonios. Tal como Nahum lo profetizó, Asiria nunca más se levantó en poder. También describe muchos principios sobre la justicia y la soberanía divina. El Eterno Dios no permite que el pecado y la injusticia queden impunes. De los 3 capítulos del libro del profeta Nahún 74% son profecías.
Habacuc por su parte escribió el libro que lleva su nombre y significa “abrazo o el que abraza” lo escribió entre el año 609-589 a.C. Habacuc profetizó en Judá probablemente durante el reinado del Rey JoacÍm. Al contrario de su piadoso padre Josías, JoacÍm “ hizo lo malo ante los ojos de Jehová” (2 Reyes 23:37). Habacuc clamó contra la corrupción moral que prevalecía en su tiempo. Profetizó que Dios permitiría a los babilonios impíos traer juicio sobre su pueblo.
Aunque esperaban días destructivos adelante, Dios le dijo a Habacuc que el justo vivirá por fe en Dios y que tuvieran confianza en que Él estaba haciendo lo que era correcto.
Habacuc como todos los demás tenía que vivir por fe. Nuestro Padre amante y sabio, sabe lo que es mejor para nosotros, por ello debemos aceptar cada situación por fe.
El libro de Habacuc recalca el hecho de que la rectitud y la justicia finalmente triunfarán. Ya que justo vivirá por fe en Dios. Es decir la fe, cree la Palabra del Eterno Dios.
Vemos entonces en estos capítulos desde Nahum 1 a Habacuc 3 : Profecía y cumplimiento de la destrucción de Nínive; visión de calamidades venideras; y oración de Habacuc.
Meditamos en Habacuc 1: 1-4 “La profecía que vio el profeta Habacuc. 2 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? 3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. 4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.”
En simpatía por sus compañeros de sufrimiento, Habacuc clamó por ayuda como si él mismo la necesitara. Oro y clamó al Eterno: ¿Por que es Señor que la violencia, los pleitos y las contiendas abundan; la ley es ignorada, el justo es oprimido, el impío prevalece y me encuentro sin recursos para detenerlos? ¿No te parece que estas mismas circunstancias estamos viviendo en nuestro mundo actual?
En medio de la horrible invasión caldea de su país, la Tierra Prometida, el profeta Habacuc declaro: 4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá. (Habacuc 2:4)
Miles de creyentes que han sido erróneamente acusados, torturados, perseguidos y muertos, han hecho la misma pregunta: ¿Por qué sucede esto, Señor? Raramente sabemos por qué Dios permite que sucedan estas cosas, pero uno de los más grandes alientos para la fe, es la garantía de que nuestro Padre celestial, sabio y amante, cuida a Su Pueblo.
Cuando Dios no ha contestado nuestras oraciones y la derrota parecía inevitable, proclamemos con el profeta: “El justo por su fe vivirá”. Vivimos en un mundo totalmente limpio, lleno de pecadores que han dado la espalda a Su Creador y sus leyes, al Dios de la Biblia Jesucristo, porque son consecuencias del pecado que mora en el corazón de cada ser humano.
En Romanos 1:17 leemos: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.” El evangelio es la Buena Noticia de que Jesucristo; el Dios Hijo Santo, Santo, Santo; bajó a este mundo para pagar por nuestros pecados y así cumplir la justicia de Dios Padre, pagando con su vida la deuda de rebeldía y pecado que teníamos con nuestro Padre celestial.
Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Dios mismo y Su Palabra es el objeto de nuestra fe y los creyentes por todo el mundo, expresan su confianza en un Padre amoroso, no importando las circunstancias.
Recuerda:!El justo es el que ha sido justificado por el Dios Viviente Jesucristo y vive por fe en sus Promesas Eternas!
