
Romanos 8:37 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que NOS AMÓ. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del AMOR DE DIOS, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
LECTURA Y VOZ DE SAMUEL MONTOYA
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Día 3 de Marzo
Deuteronomio Capítulos 5 al 7
Aquí vemos: Los 10 mandamientos, mandato de enseñar la Ley de Dios a los hijos, Advertencia contra la desobediencia, Bendiciones de la obediencia y orden para destruir a las Naciones impías.
Meditamos hoy en Deuteronomio 6:4-9 “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”.
Los Israelitas sabían y creían que lo que Moisés había hablado, era la PALABRA DEL DIOS VIVIENTE, DEL DIOS OMNIPOTENTE, DEL DIOS INVISIBLE, DE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS; pero para que ellos creyeran de todo corazón, no solo tenían que obedecer a Dios, sino también sus acciones tenían que ser motivadas de lo profundo de su corazón.
Este primer mandamiento no solo fue repetido muchas veces, sino enfatizado por JESÚS como el Gran Mandamiento. Jesús, también reveló que nuestro Amor a Dios, debería ir más allá, no solo el corazón, toda tu alma, todas tus fuerzas, sino también toda tu mente. Esto significa que en nuestros pensamientos más íntimos debe morar la Palabra y el amor a nuestro Salvador Jesucristo.
Leemos Marcos 12:30-31 “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos”.
Hoy hay muchos que quieren guardar la ley sin tener las herramientas correctas para hacerlo, es decir al Espíritu Santo; se jactan que guardan parte de lo que les hace sentir bien, pero sin embargo no cumplen el primer mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas, aman su carro, su comida, su perro, su gato, su cama, sus juegos, su persona, se pasan horas mirándose en el espejo, en el gimnasio y en redes sociales, buscando ser admirados por otros.
Se ama más la vanidad que a nuestro Dios, ¡Pero qué lejos estamos de su Palabra! nos contentamos con repetir mantras, somos entretenidos por el sistema de la Serpiente Antigua que más y más nos aleja del camino de verdad.
Estamos viviendo en un mundo incrédulo, porque no hicimos caso de repetir y enseñar La Palabra de Dios a nuestros hijos; hemos dejado que el gobierno les enseñe su doctrina anti-cristiana. Por lo cual daremos cuenta a Dios. Es hora de despertar y obedecer a nuestro Eterno Salvador Jesucristo.
Y muchas otras personas se contentan con decir “yo creo en Dios”. Déjame preguntarte: ¿Tú amas a Dios?. Dios no está demandando solo que le creamos, o que guardemos su ley a medias; sino que le Amemos desde lo profundo de nuestro corazón. Mira lo que dice Santiago 2:19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”.
Dios no solo demanda que Creas en ÉL, sino que le Ames: déjame preguntarte nuevamente; ¿Amas tú a Dios como Él quiere que lo Amemos?: ¿con todo tú corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tú mente?. No podemos amar a Dios, sino recibimos su AMOR primero. Jeremías 31:3 “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”: también en Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
Cuando tú recibes el ESPÍRITU SANTO, entonces puedes Amar a Dios sobre todas las cosas; con todo tu corazón, toda tu alma y todas tus fuerzas. Tienes el poder para obedecer no solo los 10 mandamientos sino también toda su Palabra.
Amar a DIOS, es estar gobernados por el Espíritu Santo, es estar dirigidos por él. Él nos dice en Romanos 8:37 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. ¡Recuerdalo siempre!