
Colosenses 1:10 “para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”.
LECTURA Y VOZ DE SAMUEL MONTOYA
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
hoy es 10 de marzo
Deuteronomio Capítulos 28
Aquí vemos: BENDICIONES DE LA OBEDIENCIA, y las consecuencias de la Desobediencia.
Meditamos en Deuteronomio 28: 1, 2, 12 y 15 “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán”.
Israel todavía está esperando este cumplimiento de ser exaltado sobre todas las naciones de la tierra, que tendrá lugar en el reino milenial de Cristo, cuando Israel viva en obediencia a Su Palabra.
El regocijo del pueblo, de su buen tesoro, estaba inseparablemente conectado con el deseo de oír y obedecer la Palabra de Dios; este es un principio espiritual inflexible.
Dios concede su buen tesoro de BENDICIONES, a aquellos que desean estar, solos con él, escuchando su voz, leyendo su Palabra y obedeciéndola. Esto significa más que leer las escrituras y memorizarlas; muchas personas se jactan de haber leído toda la Biblia, pero sus vidas no reflejan, el cambio realizado cuando somos obedientes a las Escrituras.
Toda nuestra atención al leer su Palabra, debería ser el de conocer su Voluntad, lo dice la Palabra en Colosenses 1:10 “para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”.
Con frecuencia el deseo de complacer a Dios, se interpreta como algo casual, generalmente nosotros queremos que Dios nos complazca. Nos acercamos a Él con una lista larga, para que él nos bendiga y cumpla todos los deseos de nuestro corazón, pero eso no es así, estamos totalmente equivocados.
Dios nos dice “Si oyereis mi voz”; muchos escuchan (y les entra por un oído y les sale por el otro); lo quiere decir que atentamente, busquemos a Dios de todo corazón, escuchemos su voz, escuchemos lo que dice la Palabra, prestemos atención con el propósito de obedecerla.
El sistema del mundo, ha tenido éxito en quitar la lectura de la Biblia del hábito de las personas, aludiendo que solo las religiones pueden tenerlas, o los que están a cargo, o personas especiales, pero no es así. La PALABRA DE DIOS, es para todo Ser viviente, que pueda leerla, entenderla y vivirla.
Ahora la Palabra de Dios se puede descargar digitalmente, y en la mayoría de los idiomas, también está en audio, para que puedas escuchar, y entender.
El obedecer no es simplemente para cumplir nuestra responsabilidad, y no nos califica para recibir su buen tesoro; solo cuando nos deleitamos en sus caminos, experimentaremos la más grande satisfacción en nuestras vidas. Salmo 119:18 “Abre mis ojos, y miraré, Las maravillas de tu ley”.
También para escuchar la voz de Dios, necesitamos conocerle; ¿cómo vamos a escuchar a alguien que no conocemos? Tenemos que venir a ÉL, con un corazón contrito y humillado. La palabra en Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.
El primer paso es Arrepentirnos de nuestros pecados “Clamar a él, para que él nos limpie y nos purifique y nos llene con el Tesoro de su Espíritu Santo, para estar aptos, y escuchar y obedecer Su Bendita PALABRA”
¿Quieres Bendición, Quieres Gozo espiritual?.