«LIBRO DE JOSUÉ»-Capítulos 7-8

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Filipenses 4:6“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”

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CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8

DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

03/15/2025

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 15 de marzo

Libro de Josué -Capítulos 7-8

Los puntos sobresalientes son: El Pecado de Acán; los Israelitas huyen de Hai; la ciudad de Hai es destruida y la lectura de la Ley del Monte Ebay.

Meditamos hoy en Josué 7:10-12 10 Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro? 11 Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. 12 Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros”.

Los Israelitas habían visto al Señor apartar las aguas del Jordán y derribar las poderosas murallas de Jericó, pero en la Batalla de Hai, una ciudad más débil, sufrieron humillación y derrota; con una pérdida de treinta y seis vidas..

Josué no había buscado el consejo del Señor, antes de realizar la Batalla de Hai; por el contrario aceptó el consejo de sus espías y llevó a cabo su decisión. Jehová de los Ejércitos, su Dios era su Capitán, su Comandante, su Capitán en Jefe: Él solo podía emitir órdenes que resultarían en Éxito. Esto es confirmado el hecho que nueve veces en los seis primeros capítulos de Josué, la Biblia registra como el Señor se dirigió a su siervo.

Josué también ignoraba el pecado de Acán, lo cual causó la derrota en la ciudad de Hai. No obstante Josué, debía haber pedido consejo al Señor, antes de ir a la Batalla, en lugar de hacerlo después que murieron 36 Israelitas. Lamentablemente el pecado de una persona, contamina al resto y tiene consecuencias funestas, para los que están alrededor.

Cuántas veces nos pasa a nosotros, en situaciones difíciles, Oramos y le pedimos al Señor y seguimos sus pisadas, pero cuando, nos sentimos autosuficientes, nos olvidamos hasta de Orar. Como hijos amados, como creyentes, debemos venir siempre donde el Señor primero, y ver si es su Voluntad, sabes por qué? Porque Dios conoce todo y Dios sabía que Acán había mentido, robado y habia ocultado, ignorando lo que Dios mandó: que nadie toque del anatema!. Fue vencido por la codicia, avaricia y contaminó todo el campamento, llevando por su pecado a perder la batalla contra Ahí, con bajas mortales.

Estamos en gran peligro cuando suponemos que no necesitamos orar para pedir la dirección de Dios, porque es algo insignificante; especialmente cuando él acaba de contestarnos o bendecirnos plenamente.

Filipenses 4:6 Nos exhorta. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”

Aun los siervos de Dios más honrados fracasan cuando descuidan la oración. Pero el Andar en el Espíritu y haciendo la voluntad del Señor siempre te traerá bendición y alegría de corazón.

Nuestro Dios lo escudriña todo; Él sabe cuántos secretos guardados tienes en tu corazón; cuántas raíces de amarguras, cuántos rencores, cuánta hipocresía. Dios no puede Bendecir el Pecado: DIOS no podía Bendecir a su amado Israel, porque había pecado en batalla; había sido contaminado con el anatema.

En nosotros tampoco, las bendiciones no se manifiestan en nuestro corazón, en nuestra vida, porque no se está viviendo de acuerdo a su Palabra, a su mandato que Él ha dado a todo hijo (a) de Dios. Cuantos son seducidos por la codicia de todo tipo y han destruido y contaminado congregaciones enteras, ciudades y naciones, mucho del comportamiento humano que vemos en nuestros días ha sido provocado por pecados no confesados que obstaculizan las bendiciones.

Romanos 6:22 “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna”.

Ya no podemos vivir en pecado; ÉL ESPÍRITU SANTO, quiere entrar a nuestro corazón, entrar al subconsciente y limpiarnos totalmente, para poder vivir, vidas nuevas, VIDAS EN ABUNDANCIA.

En 1 Juan 3:4-5 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él”.

GLORIA SEA PARA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, que tiene la AUTORIDAD Y EL PODER, de limpiarnos de todo pecado. El DIOS, que todo lo sabe y todo lo ve, no puede ser engañado, si quieres Vivir en sus Bendiciones, confiesa tu pecado hoy mismo, porque si nos arrepentimos, ÉL es fiel y Justo para perdonarnos.

RECUERDA: ¡Si la codicia nos domina, las bendiciones se paralizan!

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