
Lucas 14:23“Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa”.
LECTURA Y VOZ DE SAMUEL MONTOYA
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy es 17 de marzo
Continuamos con el Libro de Josué Capítulos 11-13
En estos Capítulos vemos: La derrota de muchos Reyes de Canaán; mucha tierra por ser aún conquistada; y herencia de Rubén, Gad y media tribu de Manases, en el lado Este del Río Jordán.
Meditamos hoy en Josué 13:1 y 7 “Siendo Josué ya viejo, entrado en años, Jehová le dijo: Tú eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aún mucha tierra por poseer Reparte, pues, ahora esta tierra en heredad a las nueve tribus, y a la media tribu de Manasés”.
Muchos años habían pasado desde que Israel cruzó el Jordán hacia la Tierra Prometida; sin embargo, los amorreos, jebuseos e hititas estaban aún en posesión de Canaán. En esa época, la nación de Israel vivía la mayoría del tiempo en las regiones montañosas. Pero Josué, el guía espiritual de Israel estaba ya Viejo, sin fuerzas para seguir Adelante, las ciudades en los valles aún no habían sido conquistadas, pero Josué dividió por fe el resto de la tierra y la repartió de acuerdo a la promesa de Dios. Josué prácticamente estaba advirtiendo a Israel que no se satisfacerla con las victorias pasadas, porque toda la tierra de la promesa tenía que ser poseída.
Como creyentes también tenemos un guía espiritual, que no envejece, ni se cansa y que todo lo puede, el poderoso Espíritu Santo que mora en cada hijo de Dios, lavado con la sangre de Jesucristo; él quiere conquistar toda la tierra de nuestro Corazón para Dios.
Tenemos que entender que al recibir el Espíritu Santo de Dios, al Nacer de Nuevo, inmediatamente fuimos liberados de la esclavitud del pecado, circuncidados de corazón; es decir hemos muerto al pecado, nuestra naturaleza de pecado ha sido dejada inoperante, y fue despojada de su poder sobre nosotros; pero todavía hay mucho lugar que debe rendirse a la conquista del Espíritu Santo.
Muchos se contentan con el hecho que han recibido la vida eterna y no irán al infierno. El Espíritu Santo apenas está empezando su trabajo, tiene que conquistar todo: Nuestro carácter, pensamientos, actitudes, emociones, y más adentro todavía hay tierra que debe ser rendida a su poder; amarguras del pasado, fracasos, falta de perdón, orgullo, arrogancia, celos, envidias, egocentrismo, todo tipo de temores; su trabajo no termina hasta que Cristo sea formado en nosotros: “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,” (Gálatas 4:19).
“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la ESTATURA de la plenitud de Cristo;” (Efesios 4:13). “O pensáis que la Escritura dice en vano: El ESPÍRITU que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?” (Santiago 4:5).
Como sus soldados valientes, también tenemos responsabilidades, Dios nos ha mandado a conquistar; no la tierra, sino los corazones de los incrédulos, nos dice: Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. Pablo nos dice en Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: «Mas el justo por la fe vivirá”.
Así que tenemos mucho trabajo que alcanzar, mira a tú alrededor, mira a tu familia, ¿has hablado de Jesucristo, Hoy? ¿Les has compartido el Glorioso Evangelio que transforma a la persona?.
El Señor no quiere que ninguno se pierda, sino que todos vengan al arrepentimiento. 2 Corintios 4:4 Pablo nos dice “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”.
Dios nos ha equipado con su Palabra y con su Espíritu Santo, para que vayamos y hablemos su Palabra y no estemos callemos.
En Lucas 14:23 nos dice el Señor “Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa”.
Muchos creyentes se conforman con ser Salvos, o tal vez con haber ganado un alma, o haber hablado a alguien, una vez, y se conforman con eso; tenemos que despertar, tenemos que levantarnos y decirles con Autoridad, como dice Efesios 5:14 “Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo”.
Hoy más que nunca tenemos que entender que todavía nos queda mucha tierra por conquistar y compartir las BUENAS NUEVAS DE SALVACIÓN es la responsabilidad de cada creyente y cuanto más cuando vemos que aquel día se acerca, si Cristo viene pronto y la gracia de Dios terminará; aprovecha el día hoy.
Recuerda: ¡Mientras más nos conquiste el Espíritu Santo, más aptos seremos para conquistar a otros para Cristo!