«LIBRO DE DEUTERONOMIO»-Capítulos 3-4

“y la Fe viene por el Oír, oír la PALABRA de DIOS” Romanos 10:17

LECTURA Y VOZ DE SAMUEL MONTOYA (Haz clíc en Reina Valera)

CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4

DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

03/02/2025

CAMINANDO EN LA VERDAD

2 de marzo

Deuteronomio tiene 34 Capítulos Hoy 3 y 4

Los puntos sobresalientes en estos Capítulos son: Israel derrota a Og Rey de Basán, división de la tierra, Oración de Moisés para entrar a Canaán, su mirada a la Tierra Prometida, su petición a la Obediencia Nacional, advertencia contra la Idolatría y ciudades de Refugio.

Meditamos hoy en Deuteronomio 3:21-24 “Ordené también a Josué en aquel tiempo, diciendo: Tus ojos vieron todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho a aquellos dos reyes; así hará Jehová a todos los reinos a los cuales pasarás tú. No los temáis; porque Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo: Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como las tuyas?”.

Antes que el Pueblo de Israel cruzara el río Jordán, viajaban con rumbo norte a la región fértil, que está al este de Galilea. Se encontraron con el poderoso Rey de Basan, quién controlaba un vasto territorio.

El Señor les había mandado a través de Moisés diciendo “No tengáis Temor de ÉL, porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo”. Confiar en el Dios Invisible cuando se enfrentan problemas muy grandes, no es natural para nadie. Israel hubiera querido tener un ejército con armas para defenderse, seguramente pensaron algunos.

Es que el ser humano quiere hacer las cosas a su manera; pero ellos tenían más que un ejército con armas, con ellos estaba Jehová de los Ejércitos, el Invencible y Todopoderoso, lo único que debía hacer Israel era escuchar su voz, obedecer y CREER A Su Palabra.

Cuando pasamos por problemas, queremos ver resultados tangibles. Pero si somos creyentes y hemos sido comprados por la sangre de Jesucristo, ha sido para agradar a Dios, tenemos que tener FE, “y la Fe viene por el Oír, oír la Palabra de Dios” nos dice (Romanos 10:17)

A medida que leemos y meditamos en su Palabra y la ponemos por obra, Él nos ayudará más y más. Nuestra Fe crecerá en él, ¿Cómo vamos a confiar en una persona que no conocemos? Por eso es importante recibir a JESUCRISTO como nuestro SALVADOR y SEÑOR de nuestras vidas; al hacerlo Él nos da el Poder de su ESPÍRITU SANTO, con Quien podemos enfrentar los problemas cotidianos y obedecer toda su Palabra, la ley y sus mandamientos.

A medida que leemos la Biblia con un corazón deseoso de ponerla por obra, el Espíritu Santo hace la Palabra rápida y poderosa; es decir Vivificante y Activa, de manera que las verdades de la Biblia llegan a ser una realidad viva en nuestras vidas.

Como Pueblo de Dios con frecuencia en situaciones aparentemente imposibles, hemos recibido armas poderosas; como la Espada del Espíritu y el Escudo de la Fe. Dios nos protege y nos preserva de los dardos de fuego de Satanás, los cuales van dirigidos a arruinar el propósito de Dios en nuestras vidas y destruir nuestra fe.

Leemos en Efesios 6:16-18Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”.

Este debe ser el actuar diario de cada hijo de Dios, de cada persona que ha nacido de nuevo. “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén”. Nos dice Judas 1:24-25.

También leemos en Éxodo 14:14 “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”.

¡Qué alivio que Dios esté de nuestro lado siempre, porque Él vive en nosotros!!, saber que él peleará nuestra causa y está en control total de nuestras vidas, nos da reposo y paz.

La obediencia al Dios viviente, solo se consigue cuando somos controlados por su Espíritu Santo. ¡Recuerdalo Siempre!

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