JEREMÍAS-Capítulos 45-48

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1 Pedro 2:21-25 “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 25 Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas”.

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DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

8/27/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

hoy 27 de agosto

Jeremías Capítulos 45-48

Los puntos sobresalientes son: Mensaje de Jeremías a Baruc, Juicio contra Egipto, La Filistea y Moab.

Meditamos hoy en Jeremías 45:2-5 Así ha dicho Jehová Dios de Israel a ti, oh Baruc: 3 Tú dijiste: ¡Ay de mí ahora!, porque ha añadido Jehová tristeza a mi dolor; fatigado estoy de gemir, y no he hallado descanso. 4 Así le dirás: Ha dicho Jehová: He aquí que yo destruyo a los que edifiqué, y arranco a los que planté, y a toda esta tierra. 5 ¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová; pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares adonde fueres.

El momento más grande en la vida del escriba Baruc, fue cuando escribió todas las Palabras de Jehová, dictadas por Jeremías. A medida que la seguridad nacional, se hacía más crítica en Jerusalén, fue proclamado ayuno y en aquel tiempo Baruc tenía el privilegio de leer, todas las profecías de Jeremías, a la multitud congregada en el templo.

Cuando el Rey Joacím, se enteró de las noticias, emitió un arresto para Jeremías y Baruc, pero el Señor los escondió. (Jeremías 36:26).

Baruc se desalentó muchísimo, en medio de tan fuerte oposición, tal vez fue un pesar devoto por el rechazo del rey y su comitiva a la Palabra de Dios.

Cuando el creyente fiel, es malinterpretado, calumniado y rechazado; debe recordar que el Siervo, no puede ser más que su Señor.

Cristo fue rechazado continuamente, no había lugar para él en la posada cuando nació, no tenía lugar entre los notables de su tiempo, y fue crucificado, por aquellos que lo despreciaban, y rechazaban. Baruc sufría en carne propia el rechazo de la nación a su Dios Jehová de los Ejércitos. Pero Jesucristo, el Dios viviente, bajó del cielo para pagar la deuda del pecado que la humanidad tenía con su Creador Dios. Si, Jesucristo derramó su sangre en la cruz del Calvario pagando por mis pecados, por tus pecados y los de todo el mundo; al tercer dia se levanto de la tumba para darnos a los que creemos: redención, justificación, glorificación, libertad y victoria sobre el pecado.

Leemos En 1 Pedro 2:21-25 “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 25 Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas”.

El obrero, no es más que su Señor, y nosotros somos sus Siervos, del Dios Verdadero. Así que no importa lo que estemos sufriendo. El Señor dijo, “En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo” Juan 16;33b

Así que el siervo de Dios no debe buscar lo suyo propio, menos fama y dinero; su corazón debe estar dispuesto para hacer la voluntad de su Señor, aunque esto redunde en rechazo, desprecio, discriminación, amenazas y hasta persecución. Pero nuestro Dios nos dice que si nos mantenemos firmes, humillados a Su Palabra él nos guardará de todo eso y más, suplirá milagrosamente nuestras necesidades y sobre todo tenemos el privilegio de servir al Único Dios Verdadero y Viviente Jesucristo.

Nuestro Dios castigará a todos los que se oponen a su Palabra y a sus siervos, como lo hizo con las naciones que tomaron a Israel y Judá. Dice en Jeremías 46:25-26 “Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, ha dicho: He aquí que yo castigo a Amón dios de Tebas, a Faraón, a Egipto, y a sus dioses y a sus reyes; así a Faraón como a los que en él confían. 26 Y los entregaré en mano de los que buscan su vida, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia y en mano de sus siervos; pero después será habitado como en los días pasados, dice Jehová”

Y también en Jeremías 48:28-30 hablando a los moabitas Abandonad las ciudades y habitad en peñascos, oh moradores de Moab, y sed como la paloma que hace nido en la boca de la caverna.29 Hemos oído la soberbia de Moab, que es muy soberbio, arrogante, orgulloso, altivo y altanero de corazón. 30 Yo conozco, dice Jehová, su cólera, pero no tendrá efecto; sus jactancias no le aprovecharán.

El siervo del Dios Viviente Jesucristo, no busca grandeza para sí; pero la gloria para su Señor por muy pequeño y humilde que sea su trabajo encomendado.

Recuerda: ¡Es mejor sufrir sirviendo a la causa de Cristo, que gozando de los placeres temporales del pecado!

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