JEREMÍAS-Capítulos 34-36

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33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. LUCAS 21:33

Jeremías 35:15 “Y envié a vosotros todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y viviréis en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres; mas no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis”.

CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36

DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

08/24/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 24 de agosto

Jeremías Capítulos 34 al 36

Estos capítulos nos hablan de las: Advertencias de Jeremías a Sedequías, Violación del Pacto, Obediencia de los Recabitas, y destrucción del rollo de Las Escrituras de Dios por el Rey.

Meditamos hoy en Jeremías 36:21-23 “Y envió el rey a Jehudí a que tomase el rollo, el cual lo tomó del aposento de Elísama secretario, y leyó en él Jehudí a oídos del rey, y a oídos de todos los príncipes que junto al rey estaban. 22 Y el rey estaba en la casa de invierno en el mes noveno, y había un brasero ardiendo delante de él. 23 Cuando Jehudí había leído tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cortaplumas de escriba, y lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el brasero había”.

Por medio del profeta Jeremías, Dios anticipó que el Rey de Babilonia, vendría otra vez y destruiría el Reino de Judá, no dejando hombre o bestia; ya que no querían obedecer las Palabras del Dios de Israel; ni siquiera oírlas. Cuando Jehudi leyó la Profecía al Rey Joacím, el Rey debería haberse humillado delante de su Dios y vuelto a los caminos del Señor, pero en su lugar destruyó el rollo, la Palabra bendita del Eterno, cortándolo con un cuchillo y arrojándolo al fuego, sin saber que selló su propia muerte; al rechazar voluntariamente a Jehová el Dios Viviente y destruir su Palabra.

Y vino palabra de Jehová a Jeremías, después que el rey quemó el rollo, las palabras que Baruc había escrito de boca de Jeremías, diciendo: 28 Vuelve a tomar otro rollo, y escribe en él todas las palabras primeras que estaban en el primer rollo que quemó Joacím rey de Judá.29 Y dirás a Joacím rey de Judá: Así ha dicho Jehová: Tú quemaste este rollo, diciendo: ¿Por qué escribiste en él, diciendo: De cierto vendrá el rey de Babilonia, y destruirá esta tierra, y hará que no queden en ella ni hombres ni animales? 30 Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacím rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche. 31 Y castigaré su maldad en él, y en su descendencia y en sus siervos; y traeré sobre ellos, y sobre los moradores de Jerusalén y sobre los varones de Judá, todo el mal que les he anunciado y no escucharon” ( Jeremías 36:27-31).

El Eterno Dios por su misericordia a sus criaturas, dio órdenes a Jeremías para volver a escribir su Palabra. Las Palabras de Dios hacían llorar al profeta Jeremías, al ver la dureza del corazón de sus contemporáneos, pero sobre todo porque la Palabra de castigo se iba a cumplir en ellos y en su descendencia.

Es que el pecado y la maldad humana contamina, fuera de la Salvación de Jesucristo; el ser humano está encadenado en su pecado que lo engaña hasta destruirlo. Jeremías clamaba para que su pueblo se arrepintiera pero su soberbia los dominaba y los alejaba del camino del bien.

Jeremías 35:15 “Y envié a vosotros todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y viviréis en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres; mas no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis”.

Han existido miles como Joacím, que han tratado y siguen tratando en nuestros días de destruir la Palabra de Dios, y a no prestar oídos a Sus Escrituras; quemando Biblias y matando a creyentes, siervos del Eterno; sus Nombres han sido olvidados, pero la Palabra de Dios, continúa siendo el único libro que transforma el corazón humano, porque el ESPÍRITU, la VIDA; y la VOZ DEL DIOS VIVIENTE ESTÁ EN ELLA.

Cuantos quieren acallar Su Bendita Palabra, la Biblia, no quieren reconocer que son pecadores, se consideran tan buenos, y portadores de luz. La humanidad del siglo XXI ellos mismos se creen dioses, ya que pueden controlar desde sus emociones hasta el clima, piensan que porque han desarrollado la ciencia mundana y la tecnología que nos controla hoy en día, tienen todo en sus manos. No quieren aceptar la Palabra de Dios, que es la Única Verdad para la salvación de sus almas.

El mismo Jesucristo lo dijo “Cielo y tierra pasarán, pero mis Palabras no pasarán” Lucas 21:33

Recuerda: ¡Rechazar La Palabra de Dios, La Biblia; es rechazar: El amor, la misericordia y la Vida Eterna del Omnipotente Dios Jesucristo!

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