JEREMÍAS-Capítulos 19-22

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Jeremías 22: 1-5  “Así dijo Jehová: Desciende a la casa del rey de Judá, y habla allí esta palabra, 2 y di: Oye palabra de Jehová, oh rey de Judá que estás sentado sobre el trono de David, tú, y tus siervos, y tu pueblo que entra por estas puertas. 3 Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.4 Porque si efectivamente obedeciereis esta palabra, los reyes que en lugar de David se sientan sobre su trono, entrarán montados en carros y en caballos por las puertas de esta casa; ellos, y sus criados y su pueblo.5 Mas si no oyereis estas palabras, por mí mismo he jurado, dice Jehová, que esta casa será desierta.”

CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22

DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

08/19/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 19 de agosto

Jeremías-Capítulos 19-22

Los puntos principales son: Jeremías encarcelado y azotado por Pasur, lamento de Jeremías a Dios, Profecía sobre la destrucción de Jerusalén, y el camino de la vida y el camino de la muerte.

Meditamos hoy en Jeremías 21:1-5 “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, cuando el rey Sedequías envió a él a Pasur hijo de Malquías y al sacerdote Sofonías hijo de Maasías, para que le dijesen. Consulta ahora acerca de nosotros a Jehová, porque Nabucodonosor rey de Babilonia hace guerra contra nosotros; quizá Jehová hará con nosotros según todas sus maravillas, y aquel se irá de sobre nosotros. 3 Y Jeremías les dijo: Diréis así a Sedequías: 4 Así ha dicho Jehová Dios de Israel: He aquí yo vuelvo atrás las armas de guerra que están en vuestras manos, con que vosotros peleáis contra el rey de Babilonia; y a los caldeos que están fuera de la muralla y os tienen sitiados, yo los reuniré en medio de esta ciudad. 5 Pelearé contra vosotros con mano alzada y con brazo fuerte, con furor y enojo e ira grande.”

El Rey Sedequías tenía miedo de que los Babilonios destruyeran pronto a la pequeña nación de Judá, por ello envió al Sacerdote Sofonías y Pasur con Jeremías para que Orara e Intercediera por ellos, esperando tal vez que el Señor les bendijera, según todas sus maravillas.

La averiguación del Rey, parecía ser espiritual, pero no existía ninguna indicación de que deseaba adorar de todo corazón al Rey Verdadero de Israel. Jeremías dijo a los mensajeros del rey Sedequías, que le dijeran que Dios no pelearía por él, sino en contra de él, además dijo que el rey Sedequías y su pueblo, serían derrotados en batalla y tomados como esclavos por Nabucodonosor. ¡grande cosa es caer en las manos del Dios Vivo; es mejor estar con Dios, que estar contra él!

Jeremías 19: 14-15 “Y volvió Jeremías de Tofet, adonde le envió Jehová a profetizar, y se paró en el atrio de la casa de Jehová y dijo a todo el pueblo: 15 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí, yo traigo sobre esta ciudad y sobre todas sus villas todo el mal que hablé contra ella; porque han endurecido su cerviz para no oír mis palabras.”

Muchos cometen el mismo error que el Rey Sedequías, han ido a la fuente correcta de información, llaman al Dios Verdadero, hasta leen Su Palabra La Biblia, pero no están buscando realmente la voluntad del Señor; solo quieren que Dios esté de acuerdo con ellos para lo que quieren hacer, solo buscan a Dios por conveniencia, para que los saque de apuros, de sus sufrimientos, de sus problemas que muchas veces son consecuencia de su desobediencia.

Pero al hijo obediente, siempre el Señor lo Bendecirá; aunque por breve tiempo sufra adversidades por honrar la Palabra de Dios como Jeremías: “Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí.8 Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. 9 Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude” (Jeremías 20: 7-9).

A pesar que Jeremías estaba decepcionado de la actitud del pueblo y de sus propios sufrimientos, en vez de alejarse de Dios siguió confiando como un siervo fiel a su Señor y dejó en manos del Altísimo todo el conflicto del pueblo desobediente y rebelde.

Jeremías 22: 1-5 “Así dijo Jehová: Desciende a la casa del rey de Judá, y habla allí esta palabra, 2 y di: Oye palabra de Jehová, oh rey de Judá que estás sentado sobre el trono de David, tú, y tus siervos, y tu pueblo que entra por estas puertas. 3 Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar. 4 Porque si efectivamente obedeciereis esta palabra, los reyes que en lugar de David se sientan sobre su trono, entrarán montados en carros y en caballos por las puertas de esta casa; ellos, y sus criados y su pueblo. 5 Mas si no oyereis estas palabras, por mí mismo he jurado, dice Jehová, que esta casa será desierta.”

Lamentablemente el Pueblo no obedeció y fue llevado cautivo a Babilonia como la Palabra de Jehová advirtió por medio de Jeremías. Pero cuando Dios es nuestra fuente de vida, no hay problemas que nos muevan de su amor porque sabemos el fin de los desobedientes y de los que con ánimo pronto obedecemos su Palabra.

Nuestro Dios Jesucristo conoce nuestros corazones así que cuando oremos siempre debemos hacerlo con un corazón humilde, buscando su voluntad y no la nuestra.

Recuerda: ¡ No necesitas intermediarios; si vives en Jesucristo Él contesta todas tus oraciones!

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