“Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí que los profetas les dicen: No veréis espada, ni habrá hambre entre vosotros, sino que en este lugar os daré paz verdadera. 14 Me dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os profetizan. 15 Por tanto, así ha dicho Jehová sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales yo no envié, y que dicen: Ni espada ni hambre habrá en esta tierra; con espada y con hambre serán consumidos esos profetas.” Jeremías 14:13- 15
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 17 de agosto
Jeremías-Capítulos 11 al 14
Los puntos sobresalientes de estos capítulos son: Jeremías proclama el pacto de Dios, intriga contra Jeremías, queja de Jeremías y respuesta de Dios, lección del cinto podrido, lección de las tinajas llenas, la sequía y súplica del pueblo a Dios.
Meditamos hoy en Jeremías 13:7-10 “Entonces fui al Éufrates, y cavé, y tomé el cinto del lugar donde lo había escondido; y he aquí que el cinto se había podrido; para ninguna cosa era bueno.8 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 9 Así ha dicho Jehová: Así haré podrir la soberbia de Judá, y la mucha soberbia de Jerusalén. Este pueblo malo, que no quiere oír mis palabras, que anda en las imaginaciones de su corazón, y que va en pos de dioses ajenos para servirles, y para postrarse ante ellos, vendrá a ser como este cinto, que para ninguna cosa es bueno”.
Parece extraño que Dios dijera a su profeta escogido, que viajará cerca de 400 kilómetros al río Éufrates, a enterrar un cinto, hasta que se pudra y luego usar la prenda sin valor de regreso a Jerusalén, para comunicar a Judá, su condición nacional y valor espiritual ante el Señor.
Ellos eran su pueblo, un reino que tenía acceso al Dios Viviente, a Jehová de los Ejércitos, sobre todas las otras naciones. A ellos les fue encomendada Las Sagradas Escrituras; la única Guía de Adoración verdadera.
Pero se escribió de ellos, ¡que para ninguna cosa es buena!; que triste que el pueblo de Israel, no supo entender, la relación privilegiada que tenía con el Dios Viviente Creador del Universo y una relación de preeminencia, sobre todas las naciones del mundo.
El viaje de Jeremías al río Éufrates pudo haber parecido una pérdida de tiempo y esfuerzo, pero su obediencia incondicional era evidente. ¡Si hubiera más Jeremías en el mundo, que diferente sería nuestra sociedad! El río Éufrates es parte de las profecías Bíblicas y se encuentra mencionado desde Génesis, pasando por varios libros como Jeremías y terminando en Apocalipsis 16:12 “El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente.” La Palabra del Eterno Dios se está cumpliendo al pie de la letra; ya que hay una alerta de sequía en este famoso río, como lo menciona la Palabra de Dios.
Con frecuencia según el razonamiento humano, los mandamientos de Dios, no son esenciales. Muchos hacen toda clase de preguntas, por ejemplo los Israelitas dijeron ¿Por qué ir al Éufrates?, ¿por qué llevar un cinto podrido?. El hombre vive así, no quiere rendirse a Su Creador, prefiere la miseria espiritual, porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira diabólica, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, él cual es Bendito por los siglos de los siglos. Amén.
Jesus el Dios Viviente, habló enérgicamente en Juan 8:44 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”.
También nos dice: Jeremías 11:12-13 “ E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén, y clamarán a los dioses a quienes queman ellos incienso, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal. 13 Porque según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusiste los altares de ignominia, altares para ofrecer incienso a Baal.”
Cuando una persona no escucha a Dios y rechaza Su Palabra, se coloca asimismo antes que al Señor, porque solo quiere complacerse a sí misma, olvidando la verdad y siguiendo la mentira. Tenemos que tener mucho cuidado, porque cuando no se obedece a Dios, estamos siendo manipulados y obedeciendo a la mentira de satanás. Y Dios conoce nuestros corazones, para él no hay nada oculto.
“Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí que los profetas les dicen: No veréis espada, ni habrá hambre entre vosotros, sino que en este lugar os daré paz verdadera. 14 Me dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os profetizan. 15 Por tanto, así ha dicho Jehová sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales yo no envié, y que dicen: Ni espada ni hambre habrá en esta tierra; con espada y con hambre serán consumidos esos profetas.” (Jeremías 14:13- 15)
Pero aquellos que han rechazado la mentira y se han rendido al Señor, que le han entregado su vida voluntariamente, para obedecerle, no se agobian con las circunstancias de la vida, porque comprenden que pertenecen al Creador del Universo, al Único Dios Verdadero Jesucristo.
Recuerda:¡No es hijo de Dios el que dice, sino el que vive en servicio y obediencia a la Palabra de Su Padre Celestial Jesucristo!
