
“Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres. 5 Prenderé, por tanto, fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalén” Amos 2: 4-5.
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 22 de Septiembre
Iniciamos con la lectura del Profeta AMÓS
El libro lleva el nombre de su autor: Amos significa “El que lleva la carga”; se conoce también como el “predicador agricultor”; era apacentador de rebaños y cuidador de Higueros en la aldea montañosa de Tecoa, al Sur de Jerusalén en el reino de Judá. Sin embargo su predicación estaba dirigida al Reino del Norte Israel. El libro del profeta Amos se escribió entre el año 760 y 753 a.C.
La introducción al libro de Amos, al igual que la mayoría de los profetas; resaltan tres puntos fundamentales: 1) El mundo en el que vivían y profetizaban era perverso y corrupto; 2) El Dios justo juzgará a este mundo pecaminoso y 3) a ese juicio seguirá una época de grandes bendiciones bajo el gobierno real del Mesías Jesucristo donde Israel será exaltado.
Describe al Eterno Dios como el que habla en forma de una voz que truena, que ruge para dar juicio a las naciones vecinas de Israel, como Dios Verdadero tiene Autoridad para ejercer justicia, sobre todas las naciones del mundo. Estas Palabras van más allá de los tiempos antiguos y se proyecta hacia nuestro futuro inmediato ¡día de Jehová!, la tribulación que precede al establecimiento del reino mundial de Cristo.
El reino del Norte estaba en el camino del juicio de Dios, por la injusticia social que se vivía en ese tiempo, inmoralidad sexual, e idolatría a dioses de naciones vecinas. ¡Que contagiosa es la maldad del pecado, que ha llegado hasta nuestra era y ha impregnado con su virus infeccioso a toda la humanidad!
El libro de Amos consta de 9 capítulos de los cuales 58% es profecía.
Hoy daremos lectura de los Capítulos 1 al 5 donde vemos: Juicio pronunciado sobre Judá, Israel y Naciones circundantes; y pesar de Jehová por la cautividad futura de Israel.
Meditamos hoy en Amos 5: 4-5; y 7-8; “Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis; 5 y no busquéis a Bet-el, ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba; porque Gilgal será llevada en cautiverio, y Bet-el será deshecha. Los que convertís en ajenjo el juicio, y la justicia la echáis por tierra, 8 buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre.”
La profecía de Amós, parece haber sido proclamada en la puerta de Bethel, uno de los Centros Religiosos de los Israelitas, treinta años antes de que fueran derrotados por los Asirios. La puerta era un centro de negocio, muy conocido donde los ancianos juzgaban al pueblo; fue en este lugar de negocio, donde el profeta Amos habló diciendo “Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados; sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres. Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo. Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís 15 Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio; quizá Jehová Dios de los ejércitos tendrá piedad del remanente de José.” (Amós 5:12-15).
Pero el mensaje de Dios, que Amos comunicó, no fue bienvenido más bien ignorado. Sin embargo la Voz de Dios a través de su siervo Amos, siguió resonando en juicio para todas las naciones vecinas como Edom, Dios veía su pecado de orgullo y desprecio a la providencia de Dios. Recordemos que los edomitas son descendientes de Esaú; sus corazones estaban llenos de raíces de amargura y rencor. No querían perdonar y menos obedecer al Eterno y su Palabra. “Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Edom, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque persiguió a espada a su hermano, y violó todo afecto natural; y en su furor le ha robado siempre, y perpetuamente ha guardado el rencor. 12 Prenderé fuego en Temán, y consumirá los palacios de Bosra” (Amos 1: 11-12).
No debemos tener contiendas con nuestros hermanos y familiares. Examinemos nuestro corazón; las raíces de amargura no solo contaminan a otras personas; sino que nos hacen vivir vidas amargadas. Aunque la personas no lo ven, nuestro Creador Si y no quiere que sigas con este pecado; Él te enseña a perdonar y a sanar las heridas de tu alma. Si, el Señor quiere Salvar tu alma, Salvar tu vida, quiere darte la verdadera luz del Espíritu Santo.
Pero también la codicia de los que tienen poder no tiene límites, miremos los pecados de los hijos de Amón: “Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de los hijos de Amón, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque para ensanchar sus tierras abrieron a las mujeres de Galaad que estaban encintas. 14 Encenderé fuego en el muro de Rabá, y consumirá sus palacios con estruendo en el día de la batalla, con tempestad en día tempestuoso; 15 y su rey irá en cautiverio, él y todos sus príncipes, dice Jehová” (Amós 1: 13-15).
Nuestros altos gobernantes y organizaciones mundiales, nos presentan el ABORTO como una opción. Atreviéndose a decir que es un derecho humano; cuando es pecado contra Dios, contra la persona, contra la humanidad y sobre todo un asesinato a una persona inocente. ¡Despertemos! ¡El día de Jehová Viene!
Vino juicio sobre Judá “Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres. 5 Prenderé, por tanto, fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalén” (Amos 2: 4-5).
Los creyentes somos muchas veces criticados, cuando hablamos contra el pecado y descubrimos a la luz de las escrituras, el error y el engaño de las religiones paganas. Pero el deber de la Iglesia es seguir predicando la Palabra de Esperanza; la Palabra no adulterada; la Palabra de Poder que transforma el alma. Hay un nuevo comienzo en Jesucristo él perdona todo pecado al que cree y recibe Su Palabra.
Recuerda: ¡Solo el Dios Viviente Jesucristo, y Su Palabra nos llenan de todo bien, lo demás es malo en gran manera!