Mateo 16:26 “26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
LECTURA Y DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 28 de julio
INICIO LIBRO DE Eclesiastés Capítulos 1-4
El rey Salomón escribió el libro de Eclesiastés, en el año 931 a.C. No se hace mención de la Oración, Gratitud o Alabanza a Dios. Este libro revela el vacío de vivir una vida centrada en la banalidad.
Es una confesión del pesimismo de Salomón, quien fue famoso por su sabiduría, tuvo oportunidades ilimitadas de placeres terrenales y fue bendecido con grandes riquezas. Pero su conocimiento, placeres y su opulencia nunca le dieron contentamiento.
Sin embargo Salomón, también enfatiza y reconoce que la satisfacción en la vida humana es producto de la obediencia a Dios y los principios expuestos en su Palabra.
Leemos los capítulos de 1 al 4
En estos capítulos vemos lo siguiente: La Vanidad de Vivir para el placer y ganancia material, una razón para todo y varios proverbios de Sabiduría
Hoy meditamos en Eclesiastés 1:13-14 “Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él. Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu”.
El rey Salomón habló con un descontento inexcusable, cuando dijo “Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo”; concluyó diciendo que sabía todo lo que había de saber, pero eligió ignorar la Palabra de Dios.
Salomón tuvo el privilegio sorprendente, de que el Señor se le apareciera diciendo: “Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel. 1 Reyes 9:4-5
Pero el más sabio de los hombres de la tierra; trato de sustituir, la sabiduría de Dios por el conocimiento propio y eso lo vemos en: 1 Reyes 11:9-10 “ Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová.”
Salomón comenzó a buscar los placeres en su vida, y eso fue sus grandes metas; Pero más tarde se convirtió en cínico y pesimista diciendo: 17 Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu. Eclesiastés 2:17
Es que la vida sin Dios no tiene sentido, no tiene propósito; la vida sin Dios, es vacía; solo vanidad, aflicción de espíritu y nos desemboca en el infierno. Mateo 16:26 “26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
La vida de Salomón es un testimonio del hecho, que ninguna persona puede satisfacerse sólo con conocimiento y placer humano ni aunque tenga todas las riquezas del mundo. Nadie puede escaparse de la realidad de que Dios ha puesto dentro de cada uno de nosotros un hambre que solo puede ser satisfecho por el Señor Jesucristo, el Pan de Vida.
Las posesiones materiales y los placeres de este mundo no pueden sustituir al Único Dios a quien le debemos nuestra devoción suprema.
Recuerda: ¡Tu alma, solo puede ser satisfecha por el Pan de Vida nuestro; Señor y Salvador Jesucristo!
