HECHOS DE LOS APOSTOLES-Capítulos 14-16

CAPÌTULO 14
CAPÌTULO 15
CAPÌTULO 16
11/14/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 14 de noviembre

Hechos de los Apóstoles-Capítulos 14-16

Los puntos sobresalientes son: Pablo y Bernabé en Iconío, Pablo es apedreado en Listra, su regreso a Antioquia, Segundo viaje misionero de Pablo con Silas, Visión del varón Macedonio, Conversión de Lidia, y Conversión del Carcelero de Filipos.

Hoy meditamos en Hechos 16:23-33 “Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24 El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. 25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26 Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. 27 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. 29 Él entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿Qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.

No fue fácil para la iglesia primitiva llevar la Palabra de Dios el Evangelio de salvación; en Listra a Bernabé y Pablo los querían adorar porque el Señor Jesucristo por medio de ellos levantó a un cojo de nacimiento. “14 Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay. 19 Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto» (Hechos 14: 14-19).

Pero también hubo desavenencias entre Bernabé y Pablo. Bernabé no estuvo de acuerdo, con la decisión de Pablo de no permitir a Juan Marcos su sobrina, ir al segundo viaje misionero y regresaron a Chipre donde antes vivían. Hechos 15:37-40 “Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre, 40 y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor”.

Bernabé se separó del Siervo de Dios Pablo, por defender a su sobrino, dejo que razones personales, le impidieran cumplir la tarea, dada por el Espíritu Santo, después de esto, no se tuvo noticias del Ministerio de Bernabé, en la obra del Señor. Que triste cuadro, que se repite, una y otra vez, en diferentes situaciones.

Entonces Pablo escogió a Silas, como ayudante. Juntos sufrieron mucho, pero Silas nunca protestó, ni siquiera cuando Dios permitió que fueran golpeados y encarcelados. Cuando pasamos por pruebas difíciles, que no entendemos; recordemos que Dios está en control de nosotros. Él lo permite por algo; como resultado del encarcelamiento vieron la gloria de Dios moviendo los cimientos de la cárcel.

Dios permitió que fueran azotados, encarcelados y el resultado fue que el carcelero quiso matarse, pero Pablo le impidió y le testificó de Cristo, y tuvieron la oportunidad de llevarles el evangelio y se convirtieron todos los que estuvieron allí.

Dios no dejó en vergüenza a sus siervos; ya que los magistrados al saber que eran ciudadanos romanos tuvieron miedo y les abrieron la puerta de la cárcel: 37 Pero Pablo les dijo: Después de azotarnos públicamente sin sentencia judicial, siendo ciudadanos romanos, nos echaron en la cárcel, ¿y ahora nos echan encubiertamente? No, por cierto, sino vengan ellos mismos a sacarnos. 38 Y los alguaciles hicieron saber estas palabras a los magistrados, los cuales tuvieron miedo al oír que eran romanos. 39 Y viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que salieran de la ciudad. 40 Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se fueron” (Hechos 16: 37-40)

Cuando pasamos por diversas situaciones, miremos a nuestro alrededor, quién necesita de Cristo y llevémosle el mensaje de salvación. Nuestro Señor Jesucristo será siempre glorificado.

Recuerda: ¡ El trabajo en el Señor Jesucristo, nunca es en vano!

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