Amós 7:7- 9 “Me enseñó así: He aquí el Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de albañil. Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más. Los lugares altos de Isaac serán destruidos, y los santuarios de Israel serán asolados, y me levantaré con espada sobre la casa de Jeroboam.”
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 23 de septiembre
Terminamos con la lectura del Profeta Amós-Capítulos 6 al 9 y Abdías 1
Puntos principales en estos capítulos son: Calamidad pronunciada sobre el pecado, Cinco visiones de Advertencia; langostas, fuego, plomada, canastillo de frutas de veranos, y hambre de la Palabra de Dios, Restauración de Israel y en Abdías vemos destrucción de Edom y el Reino es del Señor.
Meditamos en Amós 7:7- 9 “Me enseñó así: He aquí el Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de albañil. Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más. Los lugares altos de Isaac serán destruidos, y los santuarios de Israel serán asolados, y me levantaré con espada sobre la casa de Jeroboam.”
Una plomada de albañil, es un cordel con un peso al final. El albañil, un artesano que construye con piedra, o ladrillo, usa la plomada, para asegurarse que las paredes, están exactamente verticales, o rectas, cuando pone una piedra sobre la otra. El Señor se paró sobre una pared, con una plomada en su mano. El propósito de pararse sobre la pared, no fue para construirla, sino para anunciar su destrucción. La pared se había desviado demasiado de su centro, de manera que su destrucción, era la única solución.
Amós recibe varias visiones que describen el juicio para Israel, una de las visiones era que el templo de los dioses paganos sería completamente destruido. Jeroboam II reinaba en el Reino del Norte y la desigualdad e injusticia social, llevó a toda clase de prácticas de impiedad y corrupción; perdieron todo Temor a Dios, al colocar becerros de oro para adorar a dioses ajenos. El Pueblo de Israel, enfrentaría el implacable juicio de Dios, del cual no podrían escapar.
La pared era un símbolo de la separación del reino de Israel del mundo corrupto y sus profetas, era la plomada, proclamando el mensaje de verdad. La justicia de Dios, era para enderezar lo torcido, operando los juicios rectos, contra su pueblo infiel. Él es el único Dios bueno, que promete a través del profeta Amós, la Restauración de Israel mediante la Justicia y la Gracia de Salvación por medio de Jesucristo. A través de su muerte, Jesucristo bebió la copa de la ira de Dios y trajo un nuevo pacto de Restauración con el Pueblo de Israel Amós 9:14-15 “Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. 15 Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo.”
La Palabra de Dios es nuestra plomada, debe ser nuestra guía, para asegurar que nuestros pensamientos y caminos sean rectos ante los ojos de Dios. Así como el albañil, usa una plomada para asegurarse que las paredes están verdaderamente derechas, nosotros como creyentes, debemos ser tan precisos al aplicar las verdades de la Biblia a nuestras vidas, como si Cristo mismo, nos sostuviera la plomada de Su Palabra, para medir la rectitud de nuestras vidas.
Tomemos tiempo para practicarla en nuestro diario vivir, ya que solamente, ella revela la dirección correcta de nuestro Dios Jesucristo.
Revisemos al PROFETA ABDÍAS
El nombre de Abdías significa “Siervo del Señor”. El libro del Profeta Abdías es el más corto del Antiguo Testamento, con un solo capítulo de 21 versículos, 17 de los cuales son proféticos; aproximadamente un 81% y la mayoría se han cumplido. Dios por medio de Abdías, anuncia su juicio sobre los Edomitas, descendiente de Esaú, un pueblo arrogante, resentido y hostil que siempre procuraba hacer daño a los israelitas y sobre todas las naciones que se oponen a Dios y a su Pueblo. Se escribió aproximadamente entre los años 853-842 a.C, bajo el reinado de Joram rey de Juda.
Abdías también enfatiza, el establecimiento final del Reino de Dios; y el Gobierno Eterno del gran Dios Salvador Jesucristo sobre el cielo y toda la tierra.
Meditamos Abdías 1:15 y 21 “Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza. Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová”.
El Reino será del Señor, es una profecía que muestra al orgullosos pueblo de Edom y Naciones Gentiles que tarde o temprano se cumplirá en ellas lo que dice en Filipenses 2:9-11 “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.
Al cumplirse esta profecía por medio de Jesucristo, todas las naciones están bajo el juicio justo de Dios y su Gracia Salvadora. Un pueblo como los Edomitas y naciones gentiles, de las que somos parte; podemos recibir Salvación Divina y participar del Reinado del Dios Eterno. Su gracia espera por ti.
El final Glorioso de las naciones, para todos quienes hacen a JESUCRISTO Salvador, Señor y REY, para todos los que en ÉL CREEN “ El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Apocalipsis 11:15
Recuerda: !Solo el que vive en Jesucristo y su Palabra, reinará eternamente con El!
