Ezequiel 18:19-20 “Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá. 20 El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 5 de septiembre
Ezequiel Capítulos 17 al 19
Los puntos principales son: Parábola de las águilas y la vid, juicio sobre la mala conducta, el camino de Dios es justo y lamentaciones por los líderes de Israel.
Meditamos en Ezequiel 18:29-32 “Si aún dijere la casa de Israel: No es recto el camino del Señor; ¿no son rectos mis caminos, casa de Israel? Ciertamente, vuestros caminos no son rectos. 30 Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Convertíos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina. 31 Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel? 32 Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis.
Durante los días finales de Jerusalén, el pueblo de Judá, soporto mucho sufrimiento, antes de que fuesen llevados, como esclavos a Babilonia, por ello estaban resentidos y acusaron a Dios por ser injusto y permitir que les humillaran y derrotaran los Babilonios. ¿Porque Dios no evito la esclavitud, de los Israelitas, si eran el Pueblo escogido de Dios; y verdaderamente no eran tan impios como Nabucodonosor y sus crueles ejércitos paganos? Toda esa derrota fue por su soberbia y desobediencia a los consejos perfectos del Dios de Israel.
¿Porque Dios, permitiría que los Babilonios impíos prosperen y controlen la tierra?. La Respuesta es, debido a que los Israelíes, se negaron a alejarse de sus pecados, a obedecer a los consejos de su Eterno Dios, lo sustituyeron por ídolos mudos; así que el Dios Justo no podía bendecirlos ni protegerlos. Así que Nabucodonosor, llegó a ser un instrumento para ejecutar juicio a ellos; destruyendo a Jerusalén y llevando al pueblo cautivo.
La naturaleza del Dios “Santo, Santo, Santo”, no le permitía bendecir el pecado; eso tenemos que tenerlo, bien claro; ni al pecador que no quiere arrepentirse.
Leemos Ezequiel 18:19-20 “Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá. 20 El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.
Cada uno es responsable personalmente por sus acciones, cuando habla que la justicia del justo será sobre él; nos quiere decir que justo es el que ha sido justificado por Jesucristo y vive en obediencia a la Palabra de Dios. Nadie se puede justificar así mismo. Y la impiedad del impío será sobre él, nos habla de la persona que voluntariamente se revela contra la Preeminencia de Dios.
Cuando vivimos en Cristo, sabemos que nuestro Padre Dios Eterno es soberano, Él dice lo que tenemos que hacer, por qué ÉL es la Autoridad en nosotros, es El Alfarero, y nosotros su creación, el barro para dejarnos moldear por Él, para ser usados para su gloria.
El Dios viviente que nos ama con amor eterno, desea que cada persona del universo se arrepienta del pecado y con un corazón humilde, le entregue su vida, así disfrutará de su protección y provisiones.
“ Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá. 22 Todas las transgresiones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo vivirá. 23 ¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? 24 Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones que el impío hizo, ¿vivirá él? Ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en cuenta; por su rebelión con que prevaricó, y por el pecado que cometió, por ello morirá” (Ezequiel 18: 21-24).
Los caminos del Señor, son siempre perfectos; Dios no sugiere, Él manda que cada uno se arrepienta y se aleje del pecado. El deseo del corazón de nuestro Hacedor es ese; que toda la humanidad le conozca y tenga una relación íntima con El.
Pero así, como los ídolos tuvieron que ser sacados del templo, el pecado conocido, no puede permanecer en la vida del creyente. Nuestro Dios Viviente, el Señor Jesucristo, conoce tu corazón, te conoce a ti y te está llamando por tu Nombre. Es un privilegio conocerle y también que hagamos que otros lo conozcan..
Recuerda: ¡ Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad!. 1 Juan 1:9