EVANGELIO DE MATEO-Capítulos 25-26

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 “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. Mateo 25: 31-32 y 46.

CAPITULO 25
CAPITULO 26
10/11/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 11 de octubre

Evangelio de Mateo Capítulos 25-26

Los puntos sobresalientes son: Parábola de las diez vírgenes, Parábola de los talentos, Juicio de las Naciones, Conspiraciòn para matar a Jesús, Jesús es ungido en Betania, la Cena del Señor, Agonía y oración de Cristo, Traiciòn a Jesús, Jesús es enjuiciado y negaciòn de Pedro.

Meditamos hoy en Mateo 26:1-2 y 38-41 “Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: 2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado. 37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. 40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? 41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”

De principio a fin, la vida de CRISTO, estuvo en sumisión perfecta a Su Padre Celestial; Dios no respondió su oración quitándole la copa, sino supliendo la Fortaleza necesaria para beberla y resucitándole de entre los muertos, vemos Hebreos 5:7-10 “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec”.

Después de su oración Jesús, volvió a sus discípulos que dormían; quizás estaban muy cansados, “Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? 41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”.

Que diferencia en la actitud de los discípulos y Jesucristo; El fue a orar a su padre y su sudor eran como grandes gotas de sangre, nos dice Lucas 22:44 “ Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.”

Pedro se durmió junto con los otros discípulos, no pudieron velar, obedecer a Dios, como Jesús obedecía a su Padre. En esa condición, también estamos nosotros, dormidos, adormecidos por los afanes de la vida. Jesús dijo a Su Padre Celestial “que no se haga mi voluntad, sino la tuya”.

La religión romana ha adoptado a Pedro como su líder, como cabeza de su organización. Pero no solo se durmió Pedro como cualquier persona cansada, sino que Jesús le profetizo que lo negaría tres veces: 31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas 32 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. 33 Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. 34 Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 35 Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo” (Mateo 26: 31-35).

¿Cuántas veces le decimos a Dios que haga nuestra voluntad y no la suya? ¿cuando pedimos algunas veces para que supla nuestras necesidades; le rogamos que Él haga como nosotros decimos y queremos?.¿Qué diferencia sería, si cambiamos nuestra mente y obedecemos a Dios? y le decimos, ¡Señor hágase tu voluntad y no la mía!. Muchas veces nos perdemos de grandes bendiciones, por actuar según nuestro capricho y saciar nuestro corazón engañoso.

Aprendamos como Jesús, que no se haga mi Voluntad, sino la tuya, y veremos su Gloria en nuestras vidas y su bendición. Nos imaginamos que hubiera pasado si Jesús no hubiera obedecido al Padre Celestial, estaríamos condenados yendo al infierno y Jesús sería el único ser humano viviendo en la tierra con más de 2000 años ya que la enfermedad, ni el pecado ni la muerte podrían tocarlo. ¡Gloria a Dios Jesucristo murió y resucitó para sacarnos del pecado y darnos nueva vida! El puso su vida por nosotros, nadie se la quitó, Él la quiso poner y volverla a tomar por amor a ti y amor por mi, por amor a toda la humanidad.

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. (Mateo 25: 31-32 y 46).

La obediencia a su Palabra y la dependencia del Espíritu Santo en oración, son el medio que Dios usa para fortalecernos en la hora de la prueba. ¡Recuerdalo Siempre!

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