EVANGELIO DE MATEO-CAPITULOS 13-14

Mateo 13:3-9 “Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. 4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. 5 Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; 6 pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. 8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. 9 El que tiene oídos para oír, oiga.”

DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

10/06/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 6 de Octubre

Evangelio de Mateo Capítulos 13 al 14

Los puntos sobresalientes son: Parábolas de Jesús, Ejecución de Juan el Bautista, dando de comer a cinco mil hombres y Jesús camina sobre las aguas.

Hoy Meditamos en Mateo 13:3-9 “Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. 4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. 5 Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; 6 pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. 8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. 9 El que tiene oídos para oír, oiga.”

Una gran multitud se había reunido para oír a Jesús, y a fin de revelar la condición espiritual de sus corazones. Él les contó una parábola, la Parábola del Sembrador; habló de cuatro clases de respuestas a su Palabra, entonces explico porqué tan pocos la reciben. Algunos reaccionan con una indiferencia autodestructiva a su Palabra; la semilla cayó junto al camino: Cuando uno oye la Palabra del Reino y no la entiende; viene el malo, es decir satanás y arrebata lo que fue sembrado en su corazón.

Otros parecen muy receptivos a Su Palabra: “brotó pronto”, ¡que entusiasmo!, ¡que rápido crecimiento! se sienten tan feliz, se sienten perdonados por Dios. El convertido parece tan prometedor, tan lleno de vida, pero en pocos meses, aún en días, es difícil observar signos de vida, porque la semilla había caído en pedregales. Puesto que no había profundidad, no tiene raíz en sí, es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución, por causa de la Palabra, luego tropiezan, puesto que no había profundidad, se evaporó, todo interés, cuando enfrentan situaciones difíciles.

Otros, son engañado por el afán de este siglo y el engaño de las riquezas; lo que fue sembrado entre espinos, es el que oye, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la Palabra y se hace infructuosa.

Este conflicto entre la semilla y las espinas, revela al hombre de doble ánimo, que no es indiferente como el primero, ni superficial como el segundo, pero otros intereses, demandan igual devoción dentro de su corazón; no pueden dejar al mundo, no pueden dejar la vanidad, no pueden dejar de complacerse a sí mismo, y no pueden y no quieren dejar sus tradiciones y paradigmas. El resultado trágico es que la Palabra de Dios, se ahoga y se hace infructuosa.

La carne, el mundo y el diablo, son los tres estorbos que destruyen el fruto, entre estas tres clases de gente que oyen la Palabra de Dios.

Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?11 Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. 12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis.15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos;

Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane” (Mateo 13:10-14).

Pero parte “cayó en buena tierra”, en buenos corazones, receptivos, quienes recibieron con humildad la Palabra de Dios, que puede Salvar el alma.Más el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno” (Mateo 13:23).

Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron” (Mateo 13: 16-17).

Nuestro fruto depende de la medida que su Palabra controle nuestra vida, para llevar a cabo, Su Voluntad. El que ha nacido de nuevo, anhela obedecer a su Señor, se complace en hacerlo y en negarse a sí mismo.

Recuerda: ¡Crecemos en fe y damos fruto, cuando obedecemos la Palabra del Dios Viviente Jesucristo

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