“51 Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. 52 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. 53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. 54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? 55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.” Lucas 9:51-56.
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 24 de octubre
Evangelio de Lucas-Capítulos 8-9
Estos capítulos nos hablan de las: Enseñanzas de Jesús, más milagros son realizados, los doce apóstoles son enviados, los cinco mil son alimentados, confesión de Pedro, la transfiguración, Sanidad del Joven endemoniado, Rechazo de los Samaritanos a Jesús y las pruebas del discipulado.
Hoy meditamos en Lucas 9:57-62 “Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza59 Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.”
Mucha gente andaba con Jesús y algunos querían ser sus discípulos, pero tenían que pasar muchas pruebas. Que contraste con los predicadores modernos, que ofrecen cosas, hacen sentir bien a la gente y sus prédicas son basadas en el dinero, llenas de manipulaciones, para vaciar el bolsillo de sus seguidores.
El Señor probó la sinceridad del 1er discípulo que actuo emocionalmente sin saber lo que verdaderamente desia, ofreciendose a seguirle: “Señor, te seguiré adondequiera que vayas.” Cuando Jesús dijo, el hijo del hombre, no tiene dónde recostar la cabeza, quiso decir más que simplemente no tener un lugar donde dormir, puesto que había casas de sus amigos, discípulos quienes le recibían de buena gana; pero el no tenia tiempo para gozar la vida, su vida estaba ocupada, con valores eternos y sus discípulos, también debían ser extranjeros y peregrinos en la tierra, como nos dice: Hebreos 11:13 “Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra”. No estaba dispuesto a dejar las comodidades de la vida para seguir a Jesús. ¿Cuántas veces nuestras emociones nos dominan y hablamos a la ligera para después al ver el costo fallamos y desobedecemos?
Cuando Jesús dijo a otro que lo siguiera, inmediatamente dio excusa: “Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios” Las excusas que damos al Señor él mira la intención este quería seguirlo a su manera; tú eres Señor, pero mi padre está primero. Jesús lo reprendió para que anunciara el Evangelio del Reino. Tiene que ser nuestra prioridad siempre. Al poner nuestros intereses primero, nunca experimentamos el deleite de ser discípulos del Maestro.
Y el tercero que quería seguir a Jesús dijo: “Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.” Quería seguir a Jesús y quería seguir en el mundo, en el pasado, en su cultura, en su propia manera de hacer las cosas.
Un verdadero discípulo es mucho más que un seguidor casual, la senda del discipulado, requiere, morir diariamente así mismo, nos dice: Lucas 9:23 “23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”.
La cruz , no es una enfermedad, ni problemas; tomar la cruz es verte muerto al mundo, a tus deseos y a todo lo que te amarra y no te deja crecer en tu vida de discipulado. Es decir negar mi egoísmo y mi propia voluntad, para hacer la voluntad, del que me ama con amor Eterno, del que dio su vida por mi. Si, es negarlo, todo para que él haga su voluntad, en mi vida.
A fin de evitar sufrimientos, humillaciones y la negación de sí mismos, muchos de los presuntos discípulos, prefieren seguir, solamente creyendo en Jesús, en lugar de consagrarse a ÈL y obedecerle en todo.
El discipulado no debe actuar sin el consentimiento de Su Maestro: “51 Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. 52 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. 53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. 54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? 55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.” (Lucas 9:51-56).
Recuerda: ¡ LA PRIORIDAD DEL DISCÍPULO ES SER COMO SU MAESTRO LLENO DE MISERICORDIA POR LAS ALMAS PERDIDAS!
