EVANGELIO DE JUAN-Capítulos 6-8

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” Juan 6: 35-40.

CAPÌTULO 6
CAPÌTULO 7
CAPÌTULO 8

DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

11/03/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 3 de noviembre

Evangelio de Juan Capítulos 6-8

Los puntos principales son: La alimentación de los cinco mil, Jesús camina sobre el mar, Jesús es el pan de vida, Jesús en la fiesta de los tabernáculos, Jesús perdona a una mujer adúltera, Jesús es la luz del mundo y los verdaderos descendientes de Abraham.

Hoy meditamos en Juan 8:7-11 “Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿Dónde están los que te acusaban?¿Ninguno te condenó? 11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.”

La mujer había sido sorprendida en el acto mismo de adulterio, la llevaron a Jesús y la pusieron ante EL. Mientras los escribas y fariseos, la acusaban diciendo: “en la Ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿Qué dices?” (Juan 8:5).

Las tinieblas espirituales, le habían envuelto a esta mujer, pero ahora ella estaba ante la LUZ DEL MUNDO: 12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12

Los líderes religiosos que insistieron en guardar la Ley, se fueron cuando la luz reveló el pecado de ellos. Desde el más viejo, hasta el más pequeño; esta luz penetró en sus conciencias, en su alma y en su corazón, revelando todos los pecados de ellos y los que estaban cometiendo; revelando que ellos también eran pecadores: Jesús les dijo “el que de vosotros esté sin pecado, eche la primera piedra” Ninguno tiró la piedra a la mujer, ni nadie mas se quedo para recibir el perdón de sus pecados.

Para Jesús no era sorpresa que los religiosos lo rechazaron como ocurre hoy en día con todas las religiones que el hombre ha creado para no reconocer su pecado, ni reconocer a Jesucristo como salvador de sus almas. Pero también sus discípulos lo dejaron: Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿Quién la puede oír? 63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. 66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. 67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? 68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6: 60,63 y 66-68).

La mujer escuchó estas Palabras de vida eterna, Jesús no sugirió que lo hecho por ella no fuera pecado grave. Había pecado y según la ley, debía ser apedreada, pero la Ley por medio de Moisés fue dada. Pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo, nos dice: Juan 1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

Notemos el énfasis: La Verdad y la Gracia, fue por medio del hijo de Dios: La Ley decía, debe ser apedreada, esa era la verdad, pero la GRACIA dice: “Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Juan 8:11)

Para compartir su Gracia, debemos decir mas que “te perdono, pero no olvido, o confié en ti y nunca mas volveré a confiar; porque me has traicionado”. Cuando recibimos la Gracia de Dios, como creyentes debemos dar también todo por Gracia, porque él ha perdonado todos nuestros pecados, nos ha liberado de todo poder satánico, así también nosotros, debemos aprender a perdonar a nuestros ofensores con todo nuestro corazón.

Jesucristo no solo es LA LUZ DEL MUNDO, también es EL PAN DE VIDA: Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” (Juan 6: 35-40).

!Que maravillosa Salvación! para el ser humano y ¡que gloriosa esperanza! la resurrección eterna. Solo el nacido de Dios puede experimentar su Poder perdonador, solo cuando somos liberados y perdonamos, nos damos cuenta, que hemos sido esclavizados por las cadenas del pecado.

Lucas 8: 34-36 “Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. “

Recuerda: ¡ Nadie puede acusar a un corazón perdonado y liberado por Jesucristo!

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