Eclesiastés 12:12-14 “Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne. El fin de todo el discurso oído es este: TEME A DIOS, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. 14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.
LECTURA Y DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 30 de julio
Terminamos con la lectura del libro de ECLESIASTÉS Capítulos 9-12
Los puntos principales son: Dificultades de los justos e impíos, la sabiduría es mejor que la fuerza, los sabios contra los necios y el Temor al Creador.
Meditamos hoy en Eclesiastés 12:12-14 “ Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne. El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. 14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.
Salomón vivió para complacerse a sí mismo como la mayoría de las personas en estos días; buscando satisfacer lo que su corazón deseaba; no uso las oportunidades de exaltar al gran Nombre de Jehová, sino que confesó: “Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu. Eclesiastés 2:17 Es que el alma humana sólo encuentra satisfacción y contentamiento en Dios y su Hijo Jesucristo.
Salomón terminó su libro con pesar, sabiendo que tenía que enfrentarse un día al Dios Vivo y juez de toda obra; no sería exonerado aun cuando era el rey sabio: “14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala. Eclesiastés 12:14
Aunque Salomón sabía que Dios estaba enojado con él, porque hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová; No tenemos registro que Salomón se haya arrepentido o haya pedido a Dios que lo perdonara, por llevar a la nación de Israel a la Idolatría. (Ver 1 Reyes 11:4-11).
El rey Salomón es un ejemplo de aquellos que tienen grandes habilidades y que han alcanzado grandes éxitos, pero cuyos deseos de placer, les han robado el gozo de cumplir la voluntad de Dios, para con sus vidas y de ser testimonio para otros.
Existen muchas cosas que podemos hacer buenas y que valen la pena, pero como Salomón, podemos llegar a envolvernos tanto, con estas buenas obras, estas nuevas actividades, que nuestros corazones, se desvían rápidamente de las cosas de Dios, o de nuestra intimidad con ÉL, dejando en un segundo plano la obediencia a Su Palabra.
Finalmente no solo deshonramos al Señor, sino que nos privamos de recompensas eternas, al no gozar de sus mejores bendiciones, para nuestras vidas.
Ecl 9:17-18 Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. 18 Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Recuerda:¡Un día daremos cuenta a Dios de todas nuestras obras; es mejor Obedecer al Señor Jesucristo y Su Palabra