Santiago 1:13- 22 “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.16 Amados hermanos míos, no erréis.17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse. 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. 22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”.

Santiago 3:5-6 y 13-18 “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno 13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. 14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. 17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.”
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 16 de diciembre
Inicio Carta de Santiago Capítulos 1-5
Santiago escribe esta misiva a Judíos creyentes de las doce tribus de Israel esparcidas entre las naciones, entre los años 45 a 49 d.C. de sus cinco capítulos 6% es profecía.
Santiago (llamado también Jacobo) era hijo de José y María, y medio hermano del Señor Jesucristo. Se convirtió al Señor, después de la resurrección de Cristo y fue un siervo fiel de su Salvador, presidiendo la Iglesia en Jerusalén. Se había producido un cambio radical en la vida de Santiago, la semilla plantada con paciencia por nuestro Señor Jesucristo, dio fruto a una poderosa transformación. De incrédulo vino a ser siervo del Dios Viviente.
Esta carta de Santiago es una prueba indubitable para aquellos que tienen las Sagradas Escrituras como adorno y nunca la leen; por lo tanto son engañados por religiones creadas por hombres conforme a sus propios deseos, para apartar a las personas de la verdad; diciendo que la madre de Jesús, María, fue siempre virgen. Sin embargo vemos a Santiago como uno de sus hijos y tuvo también otros hermanos y hermanas. Así que la Palabra de Dios es enfática en contarnos todos los detalles de las cosas que necesitamos saber.
La Carta de Santiago es una guía práctica para la vida y conducta cristiana. Desde el primer al último capítulo de Santiago, nos exhorta a mantenernos en una comunión íntima con nuestro Salvador Jesucristo en Oración.
El versículo clave que abarca muchos aspectos de la conducta Cristiana es: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:6).
Dios es la fuente de la Verdadera Sabiduría, por eso, debemos recibir con humildad su Palabra que nos transforma, haciéndonos hacedores de la Palabra y no tan solo oidores.
En estos cinco capítulos de Santiago, aprendemos: Que los Creyentes deben gozarse en las pruebas; obedecer la Palabra es bueno; que la fe sin obras es muerta; peligros de de no controlar nuestra lengua; cuidado con la mundanalidad y el orgullo; advertencias al rico y el Poder de la Oración.
Meditamos en Santiago 1:13- 22 “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.16 Amados hermanos míos, no erréis. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse. 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. 22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”.
Santiago explícitamente nos da a conocer como el pecado trabaja en el corazón humano haciéndonos esclavos y seduciéndonos hasta dominarnos y destruirnos. El mundo en el que vivimos incita a las personas a complacer sus deseos carnales, sin entender que estos los esclavizan y los llevan a pecar contra Dios y ellos mismos. Pero como las personas nunca reconocen su culpabilidad, levantan su voz contra su Creador echándole la culpa de las consecuencias en sus vidas por seguir el camino torcido y rebelde contra el Eterno Dios misericordioso, engañándose a si mismos.
Santiago 3:5-6 y 13-18 “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! 6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno 13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. 14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. 17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.”
Dios es Bueno, es Amor y todo lo bueno procede de Él; el Eterno es la fuente de toda buena dádiva y todo don perfecto. Pero la sabiduría mundana es animal, terrenal y diabólica y su propósito es dominarnos y alejarnos de Dios. Así que mejor practiquemos el escuchar la Voz de Dios y su Palabra, y nuestras ideas, opiniones y todos los poderes contrarios se desvanecerán y nosotros seremos transformados por la perfecta Ley de la Libertad.
«Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. 9 Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta. 19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, 20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. Santiago 5:7-9 y 19-20
Recuerda: ¡EL QUE OYE LA VOZ DE CRISTO, ESTÁ FIRME ESPERANDO SU REGRESO!