MUNDO DE LA IGLESIA Y LOS NIÑOS

MUNDO DE LA IGLESIA Y LOS NIÑOS

Hola qué tal!, Gracias por acompañarnos en este programa “Nuestro Mundo”: Hoy quiero conversar contigo sobre “El mundo de la iglesia y los niños”. Recordemos, que los hijos son un regalo muy especial de parte de Dios, son tan valiosos, pero el tiempo se va volando y pronto estarán fuera de la casa y lamentablemente fuera de la Iglesia.

Si eres padre o madre de niños pequeños, seguramente has escuchado estos comentarios bien intencionados: Yo también los he escuchado de mis hijos y de mi nietos, y aunque agradecemos el privilegio de ser Padre, abuelo, probablemente también estás asimilando, la gran cantidad de cambios que esta etapa ha traído a tu vida, uno de esos cambios es tu compromiso con la Iglesia local.

¡Es una historia común!. Antes de tener hijos y nietos, tú iglesia era una comunidad que te revitalizaba, servías con seguridad. Los viajes Misioneros y los eventos de fin de semana, siempre estaban sobre la mesa, podías llegar temprano a la Iglesia y ser de los últimos en irte.

Ahora las cosas han cambiado, llegas justo para el culto y te vas al terminar si es que logras llegar, has hecho una pausa en tu servicio y ahora por un tiempo, deseas que sean otros quienes te sirvan a ti.

Cómo seguimos a Jesús como parte de su pueblo?: En una temporada tan hermosa como desorientadora, como padre de dos niños pequeños en el pasado y ahora cuatro nietos pequeños en el presente, entiendo bien las dinámicas que esto implica, como Pastor que ve cada semana a los niños en la iglesia y a sus madres, las veo como heroínas.

Estoy profundamente involucrado en este asunto, permitamos que los niños vengan a Jesús: haz que tu objetivo sea asistir a la reunión dominical así de sencillo!.

Llegas tarde, bien tarde todos los domingos, yo los llamo constancia: tal vez pases más tiempo meciendo a tu bebé en el pasillo. que sentado durante el servicio. A veces te sentirás torpe, incluso sin sentirlo. Está bien!, tienes permiso para vivirlo así, pero domingo tras domingo persevera en la sencilla disciplina de estar presente en la reunión de tu iglesia.

Estas son cuatro razones, por las que esta inversión dará fruto de los padres de un mundo de la iglesia y los niños.

En primer lugar, recargar tu alma: pasa a ser la prioridad, reunirte con tu iglesia local en el día del Señor, te brinda un descanso, que ni dormir hasta tarde, ni preparar un brunch, pueden ofrecer algo hasta algo misterioso, milagroso y hermoso que sentarse bajo la predicación de la PALABRA DE DIOS, y cantar junto al pueblo del SEÑOR: es una experiencia extraordinaria que produce en nosotros una renovación, que nada más puede lograr el SEÑOR. así lo ha dispuesto Dios en su Bondad. Tú lo necesitas yo lo necesito y también tu hijo lo necesita.

Tu vitalidad espiritual, puede ser el mayor regalo para el crecimiento espiritual de tu hijo, mostremos entonces a nuestros hijos, la versión más llena nutrida y viva de nuestra fe: aunque te cueste mantener tu plan diario de lectura bíblica, puedes integrarte al ritmo semanal de lectura, enseñanza y adoración de tu Iglesia.

Punto número dos: recibirás todos los beneficios de una comunidad: Nunca olvidaré cuando nació nuestro primer bebé y los hermanos de nuestra iglesia, nos trajeron ropa de Bebé: fue una forma tangible de recordarnos que no estábamos solos, también recibimos un regalo intangible, pero invaluable: la perspectiva de ser padres.

Si has comenzado a asistir a una iglesia nueva o estás en busca de una, quizás sientas que estos beneficios, son privilegios reservados para unos pocos bien integrados, pero te animo a abrirte y permitir que tu iglesia local se convierta en tu comunidad de apoyo: da el paso, comparte tu deseo de conectarte, habla con sinceridad sobre cómo estás navegando la paternidad.

Recuerdo que mi esposa y yo estamos aprendiendo; porque después de todo el ser padres, es como un experimento con el primer hijo, necesitamos ayuda de la abuela, el abuelo, consejos de parte de los ancianos de la iglesia.

Y uno se mpieza a preguntar ante esta oportunidad, de recibir el acompañamiento y la comunión que la iglesia quiere ofrecerte.

Consejo número 3; estás haciendo una inversión eterna en tu hijo: según estudio de Barna, las creencias espirituales suelen formarse antes de los 12 años, si eso es así amigo oyente, el acompañamiento de una iglesia local, resulta fundamental para que las familias, no tengan que recorrer solas el camino de la formación bíblica y espiritual de sus hijos.

Recordemos a la madre y abuela de Timoteo, cómo le bendijeron a este niño llamado Timoteo. El acompañamiento de una iglesia local, resulta fundamental, para que las familias, no tengan que recorrer solas, el camino difícil y desconocido de la formación bíblica y espiritual de sus hijos: en el hogar son indispensables, pero piénsalo en todo lo que una iglesia, pueda aportar: amistades piadosas, mentores, lecciones bíblicas y momentos de profundo significado espiritual.

Un niño estará mucho mejor nutrido y equipado, en una comunidad espiritual que solo, dentro del entorno familiar, además estarás entrenando su memoria muscular. Cuando ese niño sea adulto, quizás piense, vamos a la iglesia porque mamá o papá siempre nos llevaban.

Finalmente consejo número 4 llegar a la iglesia 20 minutos tarde, después de dejar a tu hijo en su salón, no es un fracaso es un testimonio. Te presentaste, está allí, hiciste acto de presencia, apoyando a la iglesia: estás animando a otros padres de niños pequeños, a seguir reuniéndose fielmente para adorar, estás mostrando a solteros y universitarios, una imagen hermosa, de lo que puede ser la vida familiar, estás alentando a padres con el nido vacío y adultos mayores, a permanecer comprometidos con la iglesia, sin importar la etapa en la que se encuentren.

Con tu presencia Amigo oyente, amiga oyente, estás contribuyendo a una mejor cultura eclesial, tal vez por ahora no pueda servir en el Ministerio universitario, pero estás allanando el camino para convertirte en un mentor, para esos mismos estudiantes, cuando ellos formen sus propias familias.

Así tuvimos a una hermana joven Universitaria, en nuestra iglesia por 4 años y hemos aprendido mucho de ella, al tocar el piano y ella de nosotros también.

El amor, el apoyo y también la fraternidad paternal, fuimos como padres para ella. ya que vino de otro estado, aquí a la Florida y pasar 4 años en la universidad de música. Es una nueva etapa en la carrera, cuando atravesamos nuevas etapas de la vida, es común querer refugiarnos en la familiaridad y comodidad del pasado: es algo natural, podemos lamentar lo que se ha perdido y al mismo tiempo abrazar, con todo el corazón los dones y desafíos de la paternidad cristiana.

También somos llamados, a trazar una línea en el suelo y decir soy libre de lo que fui, he dejado atrás lo que quedó atrás y avanzó firme hacia la nueva y hermosa etapa en la que Dios me ha llamado.

Es como la Tierra prometida, el Señor no desprecia, los pequeños comienzos (Zacarías 4:10). Estás en una nueva etapa de tu carrera, así que corre, camina o incluso gatea cuando sea necesario, pero llega a la Iglesia, porque con el paso del tiempo, tu Iglesia, te ayudará a ti y a tu hijo, hacer más como Cristo, más robustos en la fe, recordando aquel versículo que dice “No dejando de congregarnos”; que el Señor nos bendiga y podamos ser parte fielmente de la Iglesia de Cristo.

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