CARTA 1 CORINTIOS -Capítulos 5-9

12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” 1 Corintios 6: 12-20.

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CAPÌTULO 9
11/25/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 25 de noviembre

1 Corintios Capítulos 5-9

Los puntos sobresalientes son: La inmoralidad y disciplina en la Iglesia, cuestiones legales entre creyentes, otros pecados condenados, guía para el matrimonio, los ídolos nada son y conducta cristiana.

Hoy meditamos 1 Corintios 6:9-13 “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios 12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.”

Había pecado oculto en la Iglesia de Corinto; aunque algunos sabían pero no decían nada. Así que Pablo tuvo que reprender esta actitud: «De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. 2 Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción? 5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús” ( 1 Corintios 5:1-2 y 5).

Después de dar una lista negra de pecados La Palabra nos recuerda de donde fuimos sacados. Que gran bendición la Palabra de Dios, y el Poder de nuestro Señor. Cuando nos convertimos a Cristo, acontece un cambio formidable; “ya habéis sido justificados”, esto significa perdonados; significa que poseemos la naturaleza divina del Señor Jesucristo. Cuando recibimos Su vida, Él pone su Espíritu Santo en nuestro corazón, en nuestro espíritu; al cual le da nueva vida, y desaparece el poder de la vida vieja con sus pecados y condenación, y pasamos de muerte a vida.

Esta vida nueva, continúa creciendo, a la semejanza de Cristo en nosotros, hasta que el venga a buscarnos; así como los bebés, no pueden cuidarse y se caen muchas veces; antes de aprender a caminar, el recién nacido en Cristo, puede esperar cometer algunas equivocaciones, mientras crece hasta llegar a la madurez Cristiana, pero nunca debe quedarse como un bebe, siempre debe crecer espiritualmente.

Por eso Pablo nos exhorta en 1 Corintios 5: 9- 13 “Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.”

No obstante, nuestra justificación como creyentes, no cambia con las fluctuaciones de nuestras emociones, de nuestra manera de pensar, pues está firme en Su Obra Consumada, según se revela en su Palabra. Nuestra vida Cristiana, no depende de nosotros, sino del Poder del Espíritu Santo, que el Señor nos ha dado. Lo que depende de nosotros es apartarnos de todo tipo de pecado y no proveer para la carne; porque los salvos que insisten en pecar, serán cortados sin llevar fruto para el Señor.

Con frecuencia, satanás siembra un sentido de culpa en nuestra conciencia, por nuestros fracasos, o recordándonos pecados pasados, que trae a nuestra mente. Al tener seguridad de quienes somos, y nuestra nueva identidad en Cristo, satanás no puede manipular nuestra vida; cuando sabemos quienes somos y a quién servimos.

Nuestro mundo actual se jacta en promover los pecados sexuales que van en contra de la naturaleza que Dios ha diseñado y que destrozan la identidad del ser humano como algo normal. Es enfática la Palabra al decirnos: 12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” ( 1 Corintios 6: 12-20).

Recuerda: !SOLO JESUCRISTO Y SU PALABRA NOS LIBERA DE LA ESCLAVITUD DE TODO PECADO!

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