CARTA A LOS ROMANOS – Capítulos 4-7

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11/20/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 20 de noviembre

Carta a los Romanos Capítulos 4-7

Los puntos sobresalientes allí son: Fe y Justicia a través de Jesucristo, el Pecado entró por Adán; La Salvación Eterna por medio de Jesucristo, Libertad del Poder del Pecado; Los Cristianos estamos bajo la GRACIA y no bajo la Ley, y conflicto de la carne, con la naturaleza espiritual.

Meditamos hoy en Romanos 6:1-7 “ ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿Cómo viviremos aún en él?3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado”.

Todos los que hemos nacido de nuevo, estamos Unidos con el Señor Jesús con su muerte, y en su Resurrección. En consecuencia, el Poder de la Naturaleza del Pecado, se ha roto, y podemos tener victoria, diariamente, sobre la tentación a pecar; por esta nueva naturaleza que el Señor nos ha dado.

Para que esto sea una realidad práctica; hay dos cosas que como creyentes, tenemos que aceptar por Fe: El creyente, debe considerar, aceptar como un hecho, que en verdad ha muerto al pecado, y el pecado ya no le dominase. Así mismo, también debe aceptar como un hecho, que ahora vive para Dios: y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia” (Romanos 6:18)

Tenemos que cambiar nuestra manera de pensar, ya que ahora somos hijos de Dios, y se nos ha dado su naturaleza divina, por medio de su Espíritu Santo. Es decir, si estamos muertos; el muerto no se enoja, no dice mentiras, porque está muerto. Entonces, nos debemos considerar muertos al pecado, el pecado no puede enseñorearse del hijo de Dios; Es imprescindible aceptar nuestra nueva identidad en Cristo.

Antes era un pecador, yendo al infierno, y por su Gracia, me ha hecho un hijo de Dios, me ha dado de su ESPÍRITU SANTO, su naturaleza divina, para poder tener esta relación con ÈL. “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:1-5).

A través del primer Adán, en el huerto del Edén, heredamos su naturaleza diabólica, pecaminosa, de condenación y muerte. 12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5: 12).

Estábamos condenados, directamente; pero a través, del segundo Adán, el Señor Jesucristo, la Justicia de Dios quedó satisfecha; ya no hay nada más que hacer, por el Pecado. Dios que es Santo, Santo, Santo, quedó satisfecho por la muerte de JESUCRISTO, el Cordero Perfecto; por Él todos los redimidos disfrutamos de una comunión íntima con el Padre; de entrar en Oración, al Trono de su Gracia, al lugar Santísimo. Leemos Romanos 5: 18-19 “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.”

Esto significa que con su muerte en la cruz, nuestro Salvador, hizo posible que fuésemos Justificados, como si nunca hubiéramos pecado. Así, nos ve Dios, limpios, nos purificó, cuando venimos a ÈL. 20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. 22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6: 20-23)

Ninguna religión, ni todas juntas, pueden hacer esto con el Ser Humano, solamente el Poder de Dios, cuando nos humillamos y vamos a ÈL.

Cualquier duda, respecto a esto, es una mentira del diablo. Nuestra naturaleza vieja, quedó crucificada con Cristo, nuestra nueva vida en ÈL, nos capacita para vivir para DIOS, una vida Plena en Comunión con ÈL,

Recuerda: ¡SOLO JESUCRISTO, NOS LIBERA DE LA ESCLAVITUD DEL PECADO POR SU GRACIA!

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