
6 Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. 7 Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. 8 Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. 9 Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión.10 Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él” Hechos 12: 6-10.
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 13 de noviembre
Hechos de los Apóstoles-Capítulos 11-13
Los puntos principales en estos capítulos son: Reporte de Pedro a la Iglesia de Jerusalén, Muerte de Jacobo, Encarcelamiento y liberación de Pedro, Muerte de Herodes y Primer viaje misionero de Pablo.
Hoy meditamos en Hechos 11: 17-18; 20-22 y 25-26 “Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿Quién era yo que pudiese estorbar a Dios? 18 Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida! 20 Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. 21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor. 22 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. 25 Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. 26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.”
La iglesia primitiva judía pensaron que solo ellos fueron llamados por el Salvador Jesucristo para ser portadores de su gracia, hasta que entendieron: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Pedro fue testigo del gran acontecimiento que los gentiles también recibieron el Espíritu santo cuando creyeron; así el poder de Jesucristo y Su Palabra fue cambiando vidas en todas las regiones hasta llegar a Antioquía donde creyeron gran número de personas y se convirtieron al Señor; fue también en este lugar donde por primera vez se les llamó cristianos a los discípulos.
Así como la Iglesia estaba creciendo en fe, gozo y espiritualidad; de la misma manera el enemigo de las almas de los hombres satanás ponía tropiezos para que la iglesia se desanimara; Hechos 12: 1-5 “En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. 2 Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. 3 Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. 4 Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. 5 Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.”
La Iglesia estaba triste por lo acontecido a Jacobo hermano del apóstol Juan; Jacobo fue el privilegiado que estuvo con Jesús, Pedro y Juan en el monte de la transfiguración. Ahora la iglesia oraba sin cesar por la vida del apóstol Pedro quien estaba fuertemente custodiado en la cárcel: 6 Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. 7 Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. 8 Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. 9 Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión.10 Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él” (Hechos 12: 6-10).
Nuestro gran Dios Poderoso Jesucristo contestó la oración de la Iglesia que oraba, de una manera sobrenatural que no podían creer a su respuesta. El poder de Dios no tiene límites, aunque la cárcel se llenó de luz cuando el ángel entró, los soldados no despertaron, las cadenas cayeron sin abrirlas y la puerta se abrió sin necesidad de tecnología o inteligencia artificial.
La iglesia no creía que Dios contestó su oración tan rápido cuando Pedro llama a la puerta: Hechos 12: 15-17 “Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel! 16 Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos. 17 Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.”
Cuántas veces oramos y somos sorprendidos por la contestación de nuestro Redentor Jesucristo. Oremos creyendo que su voluntad sea hecha a favor de los hermanos, misioneros y ministros que Él ha llamado para hacer un trabajo específico; ya que muchos ahora están presos por predicar Su Evangelio. Dios llama a ciertos siervos consagrados, para ofrendar su vida al Servicio, trabajando arduas horas sin ser vistos. Muchos soportan los rigores del trabajo, la crítica, la oposición satánica, y las largas y difíciles horas, que la gente no ve.
¡Pero qué privilegio es ser Siervo! Dios está buscando Siervos fieles, que dejen su comodidad, y quieran llevar el mensaje de Salvación a tantas almas que se están perdiendo cada día.
Recuerda: ¡Llevar la Palabra de Dios a otros es el privilegio y bendición del Siervo del Señor Jesucristo!
