
Juan 17:21-26“para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. 26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.”
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 7 de noviembre
Evangelio de Juan-Capítulos 17-18
Los puntos sobresalientes son: Oración de Intercesión de Jesús por sus discípulos, traición y arresto de Jesús, negación de Pedro, y Jesús es condenado y Barrabas liberado.
Meditamos hoy en Juan 17:1-5 y 14-19 “Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. 4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. 14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.”
La Oración de Jesús por sus discípulos, supera todas las demás Oraciones en la Biblia, Èl tomo todo este tiempo, para tener esta comunión, esta relación con su Padre, hablándole de sus discípulos; reconoció que Dios, le había confiado a cada uno de estos varones, escogidos por ÈL, y suplicó al Padre que los guardara del mal en el mundo.
Cristo no solo Oro que el Padre los guardará de satanás, sino también que los santificara, mediante su Palabra, y lo mejor es que su Oración, nos incluyo a Ti y a Mí, y a todos los que han de CREER en su obra Redentora para el ser humano. “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”. (Juan 17:20).
Jesús Pidió al Padre que nos guardara del mal y del pecado; porque no somos del mundo, como tampoco es ÈL. Jesucristo ante Pilato que lo interrogaba, dijo en Juan 18:36-37 “Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.37 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.”
Nuestro valor en el mundo, está en el hecho de que hemos recibido su Palabra y mientras más la leemos, somos más como Cristo y más Unidos estamos unos con otros, por medio del Espíritu Santo, claro está si es que hemos recibido Su vida junto con el perdón de nuestros pecados, y estamos viviendo en obediencia a Su Palabra. Este fue el propósito de Jesucristo: “He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; 8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. 11 Y ya no estoy en el mundo; mas estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. 12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos” (Juan 17:6-13).
Oremos unos por otros, como Él pidió que SEAMOS UNO EN CRISTO. Como creyentes en Cristo, tenemos la misma Mente, el mismo sentir, porque tenemos el mismo Espíritu Santo que nos guía a toda verdad, por Su misma Palabra.
Vivimos en un campo enemigo, ya que el mundo no nos conoce; pero a través de nuestro testimonio, la Palabra de Jesucristo, nuestras oraciones y Su amor eterno muchos alcanzarán la salvación eterna. Leemos Juan 17:21-26 “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. 26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.”
Su Palabra es la única base de Unidad, y su Oración por sus discípulos y por nosotros, es la seguridad y el desafío para vivir todos los días, Honrando a nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Recuerda: ¡ESTAR UNIDOS CON CRISTO ES VIVIR EN LA VOLUNTAD DE DIOS EL PADRE ETERNO