EVANGELIO DE LUCAS-Capítulos 17-18

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A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: 10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido” Lucas 18: 9-14.

CAPITULO 17
CAPITULO 18

DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

10/28/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 28 de octubre

Evangelio de Lucas-Capítulos 17-18

Los puntos sobresalientes en estos capítulos son: Enseñanza de JESÚS sobre el perdón, los diez leprosos, la segunda venida de Cristo es profetizada, parábola del fariseo y el publicano, los niños son bendecidos, el joven rico, la muerte y resurrección de Cristo es profetizada y la sanidad del mendigo ciego.

Hoy meditamos en Lucas 18:1-8 “También les refirió JESÚS una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? ”

La parábola de la viuda, exhorta a los creyentes a esperar en las promesas del Eterno Dios, aun cuando parezca que él no escucha ni responde a nuestras oraciones, debemos seguir clamando a Él de día y de noche, nos dice nuestro Salvador Jesucristo: ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?”.

Esto significa que Dios es longánimo y suplirá las necesidades que tenemos, cuando sus hijos continúen orando sin cesar y creyendo que nuestro Padre responderá en su tiempo perfecto, ya que Él conoce lo mejor para nosotros. El Señor, usualmente contesta de tres maneras: A veces responde inmediatamente a la Oración, otras veces dice No, porque no está conforme a su Voluntad y para pedir conforme a su voluntad, tenemos que someternos a sus preceptos, leer y escudriñar Su Palabra, para conocer más de nuestro Redentor Jesucristo y ha veces te dice, espera, no es el tiempo todavía, yo se el futuro no te conviene, tal vez más adelante, pero es bueno esperar en el Señor y permanecer siempre orando y confiando en que su respuesta es perfecta para nuestra vida.

Quizás este Juez injusto, era un oficial Romano, que no se interesaba personalmente de las necesidades de una viuda judía, pero ella vino a èl, dia tras dia, y suplicaba protección de su adversario, y porque el Juez reconoció la perseverancia, de la viuda, le concedió su petición. Debemos ser perseverantes, en la Oración; Nos dice la Palabra ORAR SIN CESAR; entonces, todo el tiempo sabiamente tenemos que pasar con nuestro Señor, en comuniòn, intimidad, y compañerismo con èl; ya que nos fortalecerá y creceremos en fe.

Nos insta 1 Tesalonicenses 5:16-18 Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo JESÚS ”.

Nuestro salvador JESUCRISTO espera que sus seguidores confíen en Él, para todas sus necesidades presentes y futuras. Si es que nos hemos humillado ante su Majestad gloriosa y hemos recibido Su Vida, naciendo de nuevo en el reino espiritual; y si también dejamos qué Él tome control de nuestra vida como dueño absoluto, y a su tiempo nos dará lo que necesitamos.

Pero a los que no quieren someterse a la Palabra de Dios y menos arrepentirse de sus pecados, porque se creen buenos y justo, Jesús dice: A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: 10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido” (Lucas 18: 9-14).

Recuerda: ¡El Juez justo Jesucristo siempre contesta la oración de un corazón humillado y dispuesto a hacer su voluntad!

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