8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): 11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. Marcos 2:8-12 y 17.
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 13 de octubre
INICIO DEL EVANGELIO JUAN MARCOS
El evangelio de Juan Marcos, quien era en parte Judío y en parte Gentil; su nombre Juan significa “lleno de la Gracia de Dios” y Marcos “hombre combativo”, era sobrino de Bernabé y compañero junto con Pablo en el primer viaje que realizaron (Hechos 12:25). El Evangelio de Marcos, es parte de los evangelios sinópticos; es decir junto a Mateo y Lucas, los tres describen de la misma manera a Cristo Jesús y sus enseñanzas.
Juan Marcos, registró a Jesús como el “HIJO DE DIOS” y lo presenta en sus escritos como “EL SIERVO DE DIOS” humilde que constantemente se ocupa de los negocios de su Padre. Escribió el Evangelio entre el 50 y 70 d.C. Solo Marcos, recalca las manos de Jesús, señalando así, la actividad de un Siervo. Marcos es el Evangelio más breve de 16 capítulos de los cuales un 19% es profecía. Está dirigido a los gentiles, en especial a los Romanos.
No es sino, hasta que el SIERVO, hubo terminado Su propósito en la tierra, que Juan Marco, llamó a CRISTO, SEÑOR, esto después de su RESURRECCIÓN.
Comenzamos la lectura en Marcos de los Capítulos 1 al 3
Los puntos sobresalientes son: Ministerio de Juan el Bautista, Bautismo y tentación de Jesús, su ministerio en Galilea, los doce apóstoles escogidos y el pecado imperdonable.
Hoy meditamos en Marcos 1: 35-41 “35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. 36 Y le buscó Simón, y los que con él estaban; 37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. 38 Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido. 39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.”
Los evangelios, registran en detalle, cuando menos 34 de los milagros de Jesús; que sanó a muchas víctimas de fiebre, lepra, hemiplejia, cojos, a mudos, sordos, ciegos, y hecho fuera a un sin número de demonios.
Pero quizás la sanidad, de este leproso, fue el más conmovedor de todos sus milagros; ninguna enfermedad, era más incurable, aborrecible y espantosa. Los leprosos eran conocidos como “intocables”, y si alguno se acercaba a la gente sana, tenía que gritar “inmundo”, “inmundo”.
Marcos es el único de todos los Evangelistas, que nos dice que Jesús, tuvo “misericordia”, y extendió Su mano para tocar la carne descompuesta de aquel leproso. ¿Nos podemos imaginar ese encuentro? ¿Cómo Dios tuvo misericordia y lo tocó? Jesús pudo haberlo sanado con solo decirle una Palabra, pero en cambio, tocó a ese hombre miserable y abandonado que estaba lleno de lepra y sin ninguna esperanza.
Durante los tiempos bíblicos, solo un milagro de Dios, podía sanar esta terrible enfermedad, bastó un toque de la mano del Maestro y toda la lepra, desapareció del cuerpo de aquel hombre; Así solo el toque de la Mano del Médico Creador, puede sanar al pecador y limpiarlo de todo pecado.
El pecado es como la lepra, no hay quien lo sane, ni todos los medicamentos juntos, ni todos los doctores, los científicos, no han descubierto ninguna cura contra: arrogancia, orgullo, vanagloria, mentiras, engaños, celos, malos pensamientos, codicia, avaricia, tampoco ninguna farmacéutica ha descubierto una vacuna sobre este mal tan contaminante que está acabando con familias, matrimonios, gobiernos y países.
Ni todos los religiosos, pueden exterminar, el daño que ha hecho el pecado, a la raza humana. Nadie tiene ese poder, solamente JESUCRISTO, es el Único que tiene Autoridad, y Poder de entrar al alma quebrantada y sanarla una vez y para siempre, liberándolo de la esclavitud del pecado.
8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? 10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): 11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa. Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. (Marcos 2:8-12 y 17).
¡Solo JESUCRISTO ES EL MÉDICO POR EXCELENCIA, Su Poder nos sana de toda enfermedad, del alma y del cuerpo! ¡Recuérdalo Siempre!