EVANGELIO DE MATEO-Capítulos 10-11

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 “En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. 26 Sí, Padre, porque así te agradó. 27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11: 25-30)

DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

10/04/2024

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 4 de octubre

Evangelio San Mateo Capítulos 10-11

Los puntos sobresalientes son: Misión de los doce apóstoles, preguntas de Juan el Bautista, juicio de las ciudades que no se arrepienten y la gran invitación.

Meditamos hoy en Mateo 11: 9-11 “Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. 11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él”.

El capítulo 10 empieza dándonos a conocer los nombres de los doce apóstoles de Jesús y el propósito, mandato para su ministerio e instrucciones que deben seguir. Mateo 10: 2-4; 7-8; 16 y 20 “ Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; 3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo,  Lebeo por sobrenombre Tadeo,4 Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó. 7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia16 He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. 20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros”

Nuestro Salvador Jesucristo Dios Hijo, también ha dejado a su Iglesia la responsabilidad de predicar el Evangelio es decir la Buena Noticia de salvación eterna para todo ser humano a través de Jesucristo. Como Iglesia tenemos que dar a conocer la Palabra de Dios hasta que Él venga a buscarnos; e impregnar nuestro mundo con su amor y misericordia; para que nadie pase a la eternidad sin recibir el perdón de pecados.

Técnicamente se considera a Juan el Bautista como el último profeta del Antiguo Testamento. Evidentemente en la cárcel Juan el Bautista, comenzó a dudar si Jesús era el Mesías. Por eso envió a dos de sus discípulos, para preguntarle a Jesus si realmente era el Mesías o tenían que esperar o buscar a otro. “Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. 5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 6 y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí” (Mateo 11.4-6).

Cuántas veces nosotros también hemos dudado de nuestra Salvación, o si verdaderamente Dios está con nosotros, especialmente cuando pasamos por momentos difíciles; pero déjame decirte, que Dios está contigo en las buenas y en las malas, que èl nunca nos dejará, ni desamparará a sus hijos obedientes.

Parece que muchos rechazaban a Juan porque era severo y rudo, vivía en el desierto, comía miel, langostas y su llamado era confrontar a los Judíos de su tiempo, con su pecado, e instarlos al arrepentimiento. Mateo 3:2-3 “y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 3 Pues este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas.”

Pero mucho mas a Jesús lo rechazaban, porque era lo opuesto, demasiado amigable, andaba con pecadores y publicanos “Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos” (Mateo 11:19).

El hecho es que una gran mayoría orgullosa y rebelde, rechaza el mensaje del Amor de Dios; no pueden entender que Dios los ame tanto, no importa, como se presente el Evangelio, siempre usan excusas para rechazar su Poderosa Palabra.

El mensaje de Dios, es para los pocos humildes que están dispuestos a confesar sus pecados y a responder al Amor eterno de Dios nuestro Creador y Redentor. En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. 26 Sí, Padre, porque así te agradó. 27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11: 25-30)

Recuerda: ¡Solo en Jesucristo el Dios Viviente tenemos descanso eterno!

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