Juan 8:31-36 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? 34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 28 de agosto
Jeremías Capítulos 49-50
Los puntos sobresalientes son: Juicios contra Amón, Edom, Damasco, Cedar, Azor, Elam y Babilonia, son profetizados y la promesa de Redención de Israel.
Hoy leemos en Jeremías 50:17-19 “Rebaño descarriado es Israel; leones lo dispersaron; el rey de Asiria lo devoró primero, Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshueso después. Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria. 19 Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Bazán; y en el monte de Efraín y en Galaad se saciará su alma”.
La derrota de Babilonia, fue profetizada, junto a las otras naciones enemigas de Israel y Judá; “ Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Oprimidos fueron los hijos de Israel y los hijos de Judá juntamente; y todos los que los tomaron cautivos los retuvieron; no los quisieron soltar. 34 El redentor de ellos es el Fuerte; Jehová de los ejércitos es su nombre; de cierto abogará la causa de ellos para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia” (Jeremías 50:33-34)
Todas estas palabras eran dadas por el profeta Jeremías, para fortalecer la Fe de los Israelitas en su Dios Jehová de los Ejércitos y también para asegurarles, que Él no se había olvidado de su pacto con sus antepasados; y que todavía su propósito se iba a cumplir en ellos al alentarlos a volver a Jerusalén.
El Eterno Dios tenía la retribución para las naciones soberbias: “La noticia oí, que de Jehová había sido enviado mensajero a las naciones, diciendo: Juntaos y venid contra ella, y subid a la batalla.15 He aquí que te haré pequeño entre las naciones, menospreciado entre los hombres. 16 Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová” (Jeremías 49:14-16).
Esto tuvo que haberlos mantenido alejados de participar con los ídolos en Babilonia y esperar en su Dios Fiel, que lo que promete siempre cumple para bien de su pueblo.
Y así, como fue profetizado por los profetas; los Medos y los Persas, derrotaron exitosamente a Babilonia, y el Rey Ciro los animó a volver a Jerusalén y reedificar el Templo.
Su fe en el mensaje profético, es símbolo del pecador que vuelve su rostro a Dios y a su Palabra con un corazón humillado, para ser liberado del poder del pecado y restaurado a una comunión íntima con su creador. Así como Israel fue liberado de la esclavitud de los Babilónicos; el Dios Viviente está tocando corazones, para que muchos sean liberados de la esclavitud del pecado y del mundo. Es nuestra oración que si todavía no conoces a tu Creador, te vuelvas a El y tu corazón sea transformado.
Jesucristo nos habla en Juan 8:31-36 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? 34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Como estos Judíos, muchos se justifican a sí mismos, bajo su religión, cultura y tradiciones, y viven esclavizados a ellos; solo el Dios Hijo Jesucristo los puede libertar.
Como creyentes estamos también viviendo en esclavitud: a nuestros temores, carácter, emociones, a nuestra vieja naturaleza; a la falta de perdón y muchos están llenos de raíces de amargura. Seamos dóciles, y dejemos escudriñar por el Espíritu Santo nuestra vida para que nos libere de todo lo que nos ata.
Tengamos cuidado, porque cuando escogemos nuestros propios intereses nos estamos perdiendo las bendiciones de vivir en la Libertad en Cristo, dejemos de solucionar nuestros problemas a nuestro modo. Seamos obedientes, y veremos el poder de nuestro Poderoso Padre Dios obrando milagros en nuestras vidas para su gloria. Ya que Jesucristo está atento al clamor por libertad de un pecador y también de sus hijos que se humillan ante su santa Presencia.
Recuerda: ¡ El Eterno Padre Dios tiene un propósito perfecto para sus hijos ya que en Jesucristo somos libres!
