“El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”Proverbios 13:24
LECTURA Y DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 25 de julio
Proverbios 20-22
Estos capítulos nos hablan del: Engaño del vino, la soberanía de Dios sobre los Reyes de la tierra y recompensa sobre las virtudes morales.
Meditamos en Proverbios 22:3;4; 6 y 15 “El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño. 4 Riquezas, honra y vida Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová. Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. 15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.»
El sabio Salomón nos instruye que el temor de Jehová y la obediencia es la clave para agradar a nuestro Dios Viviente. Enseñar a los hijos la obediencia, al Eterno es la responsabilidad de los Padres: “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma” Nos dice Proverbios 29:17
Toda la pedagogía mundana lamentablemente no ha tomado en cuenta los principios del Maestro que nos limpian del mal y nos llevan a una vida de armonía, al contrario en estos momentos la psicología luciferina esta adoctrinando a nuestros niños y jóvenes en contra de la Palabra de Dios de la familia y de los padres. Por eso es importante tomar tiempo para enseñar, instruir al niño en Su camino y aun de viejo no se apartará de él.
Algunos padres movidos por la corriente mundana, no corrigen a sus hijos, cuando estos cometen un error, o son malcriados e irrespetuosos. Estos hijos serán problema para los padres porque crecerán demandando sus deseos. Vemos cómo los padres obedecen a los hijos, aun a los chiquitos de tres años; les preguntan: ¿que tu quieres hijito, coca cola o fanta?. Un día daremos cuenta a Dios por no seguir las instrucciones de Su Palabra y por dejarnos influenciar en la educación de nuestros hijos por el sistema luciferino.
La Palabra de Dios nos enseña, que los niños deben obedecer a sus Padres y los Padres tienen el deber y obligación de corregir a sus hijos y amonestarlos en Su Palabra.
Vemos tantos jóvenes deambulando por las calles, porque no han recibido corrección, porque no han recibido disciplina y amor cuando era tiempo.
La justicia más cruel que los Padres pueden hacerles a sus hijos es la de no disciplinarlos. Amar es corregir “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige” (Proverbios 13:24) El error de los Padres, de no disciplinar a sus hijos, demuestra que no les importa su vida de adultos. Así estamos viviendo en estos tiempos. ¿Que generación será esta en veinte años?
Como creyentes hagamos un alto y no dejemos minar el corazón de nuestros niños. No traspasemos los linderos antiguos que pusieron nuestros padres que fueron establecidos bajo las leyes eternas que es la base de una sociedad saludable.
La disciplina debe ser firme, pero debe manifestar la Gracia amorosa de Cristo.
Recuerda: ¡Con el mismo amor que nuestro Padre Celestial nos disciplina, debemos disciplinar a nuestros hijos, para tener descanso!
