“Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento.10 Los días de nuestra edad son setenta años;Y si en los más robustos son ochenta años,Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,Porque pronto pasan, y volamos.11 ¿Quién conoce el poder de tu ira, Y tu indignación según que debes ser temido?12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría” Salmos 90:9-12
RECUERDA «JESUCRISTO ES EL REFUGIO ETERNO»
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 10 de julio
Leemos Salmos 88-91
En estos capítulos vemos: Súplica por liberación de la muerte, alabanza del salmista por el pacto de Dios y sus promesas, la fragilidad y brevedad de la vida humana, y protección para el fiel.
Meditamos hoy en Salmos 91:1-6 “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora.4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. 5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, 6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya.”
La vida de David estaba llena de peligros, pero siempre tenía a Dios como su Refugio y Fortaleza. Gracias a esa comunión íntima con Jehová de los Ejércitos, podemos hoy nosotros disfrutar y ser enseñados por la Palabra Viviente de los Salmos.
El hombre piadoso reconoce la necesidad de un Refugio, durante el dolor físico, la confusión mental, la tristeza, y los problemas, como los que nos están azotando en estos mismos momentos; vamos al único Refugio, el Dios Viviente Jesucristo, si confiamos en Él y Su Palabra, estaremos seguros amparados en sus poderosas manos. “Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada” (Salmos 91: 9-10)
La naturaleza misma de los problemas y de las pruebas, manifiesta la idea de una posible falta. El dolor físico puede convertirse en resentimiento; la confusión mental en incredulidad y muchas pruebas, terminan en fracaso, incluyendo la muerte y por supuesto, en muchos casos le echamos la culpa a Dios, sin ver nuestro pecado.
Los creyentes reconocemos nuestras faltas y clamamos al Señor Eterno, que es nuestro refugio y fortaleza. “Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti. 2 Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor” (Salmos 88:1-2)
Hoy más que nunca vemos en todo el mundo y en todas las esferas, una influencia luciferina. Satanás está rugiendo, él quiere devorar a todo el mundo y su fin es llevar almas al infierno; el lugar que Dios ha preparado para él. El cuerpo a la verdad se irá al polvo, pero el alma tiene dos destinos; o vas con Dios o te vas al infierno.
“¿Manifestarás tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? Selah 11 ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, O tu verdad en el Abadón? 12 ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas, Y tu justicia en la tierra del olvido?” (Salmo 88:10-12)
Hay grandes fuerzas e influencias seductoras, que tratan de hacer que nos extraviemos de la verdad, en otras ocasiones que dudemos, si Él en Verdad existe, si en Verdad nos Amó, y nos Salvó por toda la eternidad.
Vienen tantos pensamientos a nuestras mentes, cuando vemos a nuestros seres queridos indiferentes al Evangelio; por la influencia del Sistema Mundial, con sus prácticas e intereses que están opuestos al estilo de nuestra vida espiritual como creyentes. Por eso es importante despertar para anunciar el Evangelio, ya que solo Jesucristo es PALABRA DE VIDA ETERNA, la única VERDAD anunciada al mundo entero.
“Celebrarán los cielos tus maravillas, oh Jehová, Tu verdad también en la congregación de los santos. 6 Porque ¿quién en los cielos se igualará a Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los potentados? 7 Dios temible en la gran congregación de los santos, Y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él. 8 Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, Y tu fidelidad te rodea: (Salmo 89: 5-8).
El Señor está mirando todas las cosas, él tiene todo bajo su control, es nuestro refugio por lo tanto No hay que temer a nada ni a nadie. Cuando confiamos en el Omnipotente, en el Dios Viviente, en nuestro Poderoso Salvador Jesucristo, vivimos seguros; ya que nuestro Redentor tiene nuestros días contados. “Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento.10 Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. 11 ¿Quién conoce el poder de tu ira, Y tu indignación según que debes ser temido? 12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría” (Salmos 90:9-12)
Recuerda: ¡Jesucristo es nuestro Refugio Eterno!