2 Timoteo 2:22 “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al SEÑOR”.
LECTURA Y VOZ DE SAMUEL MONTOYA
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
04/13/2025CAMINANDO EN LA VERDAD 
14 de Abril 
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2 Samuel Capítulos 10-12
Encontramos en estos capítulos: Hanún abusa de los mensajeros de David, derrota de los Amonitas y Sirios, David y Betzabe, Orden de David para matar a Urias (esposo de Betzabe) en Batalla, Parábola y amonestación de Natán, arrepentimiento de David, nacimiento de Salomón y captura de Rabá.
Hoy meditaremos en 2 Samuel 11:2-5 “Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa 3 Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. 4 Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa. 5 Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta”.
David era un hombre de carácter excepcional, un hombre conforme al corazón de Dios nos dice las escrituras y lo puedes leer en: (1 Samuel 13:14). David fue escogido de Dios, Sin embargo, en esta ocasión cedió a la lascivia de la carne, en lugar de alejarse de la tentación: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia”. Enfáticamente lo declara (Gálatas 5:19).
También en 2 Timoteo 2:22 “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”.
Cuando David averiguó de la hermosa mujer que se bañaba, supo que era la esposa de uno de sus mejores soldados que estaba en batalla. En lugar de huir de la tentación, cedió a ella, fue seducido por la codicia, cayó rendido a los pies del engaño del pecado y tomó la esposa de su prójimo. Y el victorioso rey fue derrotado por su propia avaricia.
Es que el pecado no discrimina a nadie, no importa quien seas; gobernador, presidente, buena gente, bien educado, sacerdote, pastor, o príncipe, ni siquiera el Rey de Israel, llamado un hombre conforme al Corazón de Dios. No se salvó de las garras dulces pero mortíferas del adulterio.
David al enterarse que Betzabe estaba embarazada, trató de cubrir su delito con más pecado, mandando a matar a Urias un hombre inocente, víctima de su deshonestidad.
Esto fue desagradable ante los ojos de Jehová, quien todo lo ve y todo lo sabe pero las consecuencias son funestas: Así escribió David en Salmos 32:3 “Mientras callé, se envejecieron mis huesos. En mi gemir todo el día”.
El profeta Natán fue a David y le compartió una parábola en alusión a lo que él fue antes, un Pastor de ovejas. David siendo confrontado, con su propio pecado, reconoció y se arrepintió a los pies de su Majestuoso Rey Jehová de los Ejércitos, quien perdonó su pecado, David plasma en los Salmos su íntima experiencia y sufrimiento por el engaño del pecado.
Salmos 32:5 “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado”.
Salmos 51:3 – 4 y 9“Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí”. “Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio”.
Salmos 51:9 “Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades”.
El pecado es contra Dios, y solo él puede perdonar. David entendió que Dios no muestra parcialidad por nadie, y aunque fue perdonado, sufrió las amargas consecuencias de la desobediencia, extendida a toda su familia, y a toda su nación que tanto amaba.
Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
En el mundo actual desafortunadamente se está promoviendo el pecado a todo nivel, y se está ignorando a Dios el creador y sustentador de todo. Es que también el pecado nos engaña, envolviéndonos y haciéndonos creer que con más pecado, solucionaremos los problemas.
Es así como esta nuestro mundo engañados por los deleites del pecado; todo empieza con un deseo de concupiscencia; pero el practicante quiere contaminar a todos y así estamos, añadiendo pecado sobre pecado y en la mayoría de la población si no hay arrepentimiento genuino obedeciendo al Único Camino Jesucristo, y si las personas rechazan la Única Puerta de salvación, lamentablemente terminan en el infierno por toda la eternidad. Son enérgicas las Escrituras, es urgente que el ser humano vuelva su mirada a su Creador.
1 Timoteo 1:15 “ Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”.
Romanos 8:1 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”.
Damos Gloria a Dios que él nos ha perdonado por medio del Sacrificio de Cristo y no nos cansemos de propagar esta palabra divina, que transforma el corazón del Ser humano. ¡Jesucristo espera por ti!
“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios”. (Romanos 8:6-8 )
Así que es mejor obedecer al Espíritu Santo que complacer a la carne.
El pecado no confesado, nos llevará a más pecado, ¡Recuérdalo siempre, antes de complacerlo!
