16 Porque de tal manera AMÓ DIOS al mundo, que ha dado a su HIJO UNIGÉNITO, para que todo aquel que en ÉL CREE, no se pierda, mas tenga VIDA ETERNA. 17 Porque no envió DIOS a su HIJO al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea SALVO POR ÉL. 18 El que en ÉL CREE, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el NOMBRE del unigénito HIJO de DIOS (Juan 3:16-18)
VOZ Y LECTURA DE SAMUEL MONTOYA
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Hoy 13 de abril
2 de Samuel Capítulos 6-9
Estos capítulos nos hablan de que: El arca es llevada a Jerusalén, Mical critica a David, la Promesa de Dios a David, Oraciones de Victorias de David, Bondad de David hacia Mefi Boset.
Hoy meditaremos en: 2 Samuel 7:16-18 y 29 “Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente 17 Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.18 Y entró el rey David y se puso delante de Jehová, y dijo: Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me hayas traído hasta aquí? 29 Ten ahora a bien bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre”.
David fue el Rey más grande que gobernó Israel, su poderío no lo usó para cumplir su propio beneficio, sino para ejecutar la promesa del Pacto de Dios; donde su trono será estable eternamente. Escribió: Salmos 10:16 “Jehová es Rey eternamente y para siempre; De su tierra han perecido las naciones”. “Te alabaré porque me has oído, Y me fuiste por salvación”.Salmo 118:21
El Pacto de Dios con David, era una garantía de que un día El Eterno enviaría a un Rey perfectamente Justo, el Mesías, esta profecía fue cumplida en Jesucristo, el descendiente de David: “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”. Mateo 1:1
“Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí; El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón”. Salmos 40:7-8
Podemos ver en la mayoría de los escritos de David, la profecía del Mesías: Citamos algunos: Salmos 2, 8, 16, 22, 34, 40, 41, 45, 69 y muchos otros más.
Salmo 69:21. “Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre”
Es lamentable como la Nación amada del Eterno, Israel, hasta el día de hoy no reconoce al Mesias que fue enviado a pagar el precio de la liberación de la esclavitud del pecado. ” Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios (Juan 3:16-18)
En el tiempo exacto el ángel Gabriel, se le apareció a Maria diciendo: “Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre” (Lucas 1:31-32).
Es que la Palabra es la misma voz de Dios; la cual debemos creer y obedecer ya que la Escritura es la que mantiene y fortalece nuestra fe, más aún en estos momentos donde a nivel mundial hay tanto desequilibrio moral y espiritual.
Cuando una persona reconoce que es pecadora, se arrepiente y recibe a Cristo como Señor y Salvador; Jesucristo empieza su Reinado a través del Espíritu Santo en su vida. Y es apartado para el Eterno por toda la eternidad.
Meditemos en el alto costo del pecado humano y en el Amor Eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, que se hizo pecado para darnos perdón, es Restablecer la Relación con el Padre Altísimo, dándonos la capacidad por medio del poder del Espíritu Santo, para vivir una vida plena para su Gloria y de Reinar para siempre con él.
“Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre”. (Daniel 7:18).
Qué futuro glorioso para los hijos de Dios; Jesucristo pagó la pena por nuestros pecados y se levantó triunfante de la muerte. Los que le hemos recibido Su vida, vivimos eternamente con él. Démosle ¡GLORIA AL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES!
Recuerda: ¡Solo los que viven en el Espíritu Santo de Dios, viven eternamente!