
1 Juan 3:24 “ Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado”.
LECTURA Y VOZ DE SAMUEL MONTOYA
DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA
CAMINANDO EN LA VERDAD
Día 5 de marzo
Deuteronomio Capítulos 11-13
En estos capítulos vemos: Israel, debe Amar y Obedecer a Dios; Bendición por la Obediencia; Maldición por la Desobediencia; Dios elige lugar de Adoración y a las ciudades Idólatras que serán destruidas.
Meditamos hoy en Deuteronomio 11:26-28 “ He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareís del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido”.
Después de cuarenta años de vagar en el desierto, y de la terrible historia de desobediencia. La nueva generación Israelita, estaba por entrar a Canaán.
A través de su historia, le fue recordado a Israel, que la Obediencia a la Palabra de Dios, era la única forma de asegurar la Presencia de Dios con ellos. Así mismo les fue enseñado que la obediencia, era la clave para disfrutar las BENDICIONES DEL DIOS INVISIBLE.
En el Monte Sinaí, El Eterno había dirigido a Moisés a decirle al Pueblo: “Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra”. (Éxodo 19:5).
La importancia de la Obediencia, fue enfatizada diecinueve veces, concerniente a la construcción del Tabernáculo-Éxodo 38-40. Y También ahora cuando Moisés tenía su vista en la Tierra prometida El Eterno le dice al pueblo: “He aquí yo pongo la Bendición y la Maldición; la bendición si oyereis y la maldición si no oyeres”. La bendición si oyeres, es también la clave para que disfrutemos en ÉL una vida abundante. Solamente en Cristo-la Palabra de Dios, podemos vivir una vida de bendición.
Bajo el Nuevo Pacto de la Gracia, el creyente ha recibido EN CRISTO, la más grande bendición del DIOS JUSTO Y VERDADERO. No, nos preocupemos mucho por Orar por bendiciones, sino Orar para ser obedientes a su Palabra, es entonces cuando Dios, nos bendice abundantemente. Leemos Salmos 12:6 “Las palabras de Jehová son palabras limpias, Como plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces”.
La Palabra de Dios, debe dirigir nuestro diario caminar; las Santas Escrituras es para obedecerla, no solamente para escucharla.
En Proverbios 4:20-22 “ Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo”.
Si escuchaste bien, en este tiempo donde muchos estamos enfermos ¡LA PALABRA PODEROSA ES MEDICINA A TODO NUESTRO CUERPO! Muchas veces estamos enfermos porque no obedecemos a la Palabra de Dios, estamos con rencillas, falta de perdón, nuestro corazón está lleno de toda clase de amarguras, dolor en el alma- ¿porque? ¡Porque no obedecemos! Si escuchamos a Dios, esta Palabra es medicina para todo nuestro cuerpo. Entonces analicemos nuestra vida, saquemos rayos x de nuestra alma, nuestras emociones, nuestro carácter que nos gobierna y se opone a humillarse a Dios. ¿Qué es lo que no está de acuerdo con la Palabra de Dios? Arrepintámonos, para que ÉL nos sane totalmente, de adentro hacia fuera.
Jeremías 3:12 “Ve y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo”. Ahí podemos poner nuestro Nombre.
Dios, es misericordioso y está esperando que todos nos arrepintamos y podamos disfrutar de su Presencia Abundante.
Mateo 24:35 “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. También en 1 Juan 3:24 “Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado”. Solamente aquellos, que han recibido el Espíritu Santo, es decir que se han arrepentido de sus pecados, han recibido el Espíritu de Poder y obedecen la palabra de Dios, son los que disfrutan de su Presencia Abundante.
¡Recuérdalo Siempre!