1 CORINTIOS -Capítulos 1-4

CAPÌTULO 1
CAPÌTULO 2
CAPÌTULO 3
CAPÌTULO 4

DEVOCIONAL POR JANETHE DISLA

11/24/2023

CAMINANDO EN LA VERDAD

Hoy 24 de noviembre

Inicio de las Cartas de Pablo a los Corintios

Corinto era una de las ciudades más grandes y ricas del Imperio Romano; famosa por su arte, cultura y por su inmoralidad y libertinaje de sus habitantes dominada por las costumbres de la sociedad. Una ciudad cosmopolita ubicada en el sur de la Grecia actual, aproximadamente al oeste de Atenas. El apóstol Pablo escribió estas epístolas, entre los años 55 y 57 d.C. desde Éfeso; la primera carta consta de 16 capítulos de los cuales 19% son profecías.

Pablo escribió la primera carta a la Iglesia de Corinto, para corregir varios problemas graves entre sus miembros. La Iglesia estaba dividida, en varios grupos, y había otros pecados ocultos, que estorbaban seriamente el crecimiento espiritual de la Iglesia; dijo Pablo que eran Cristianos faltos de madurez; bebés espirituales, incapaces de juzgar espiritualmente.

1 Corintios 13 es uno de los capítulos más amados del Nuevo Testamento, pues da una definición magistral del AMOR. El capítulo 15 es una de las más bellas explicaciones de la resurrección del Señor Jesucristo.

Pablo les desafío a la iglesia de Corinto a separarse de las religiones, y de toda la Idolatría; les dijo, salid en medio de ellos, y apartaos dice el Señor y no toquéis lo inmundo.

“Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.” 1 Corintios 6:17

La carta a los Corintios debe ser una de nuestras lecturas habituales, ya que en ella se encuentran un tesoro de enseñanzas prácticas para todo creyente.

Comenzamos en 1 Corintios, los Capítulos 1-4

Estos capítulos nos hablan de: La Gracia y la Fidelidad de Dios, Problemas de la Iglesia en Corinto, Poder y Sabiduría de Dios, Jesús el único cimiento, la Revelación por el Espíritu de Dios, los Creyentes como colaboradores de Dios y la Autoridad de los Apóstoles.

Meditamos hoy en 1 Corintios 3: 5-9 “¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor 9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.”

Catalogar a un creyente a un nivel mayor que otro, denota una falta de entendimiento espiritual. En la iglesia de Corinto, había pecados graves, pero Pablo estaba interesado en arreglar estos asuntos y le dio prioridad, a la división causada, por el reconocimiento dado, a ciertos ministros o predicadores, debido a sus habilidades.

Apolo era un elocuente predicador, pero Pablo y Apolos, eran sólo Siervos de Cristo, como tales, sólo podían hacer lo que el Señor, les mandó y les capacito, para hacer.

Leemos 1 Corintios 3:10-15 “Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.”

Solo Dios sabe, la eficacia y el valor real del servicio de cada creyente, solo Él puede determinar su valor Eterno, puesto que todos los dones y talentos vienen de ÈL. Nosotros como sus siervos fieles, debemos de tener cuidado y analizar cómo sobreedificamos, según el don que nos fue dado; sabiendo que el Espíritu de Dios mora en nosotros.

1 Corintios 3:16-23 “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. 19 Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: Él prende a los sabios en la astucia de ellos. 20 Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro 22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, 23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.”

Es que Dios no puede obrar, EN NUESTRA VIDA NI EN LA IGLESIA cuando hay divisiones y obramos en la carne. Así que tengamos cuidado y siempre busquemos la unidad. Él mismo nos ha encomendado a que seamos UNO EN ÈL SEÑOR, y no podemos seguir a los hombres, ni a ninguna religión, filosofías, o sistema mundano; solo podemos seguir a JESUCRISTO y a su PALABRA porque todo es nuestro.

Recuerda: ¡TODO ES NUESTRO; SI VIVIMOS EN CRISTO Y SU PALABRA!

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